El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha solicitado este jueves 8,6 millones de dólares (unos 6 millones de euros) adicionales para sufragar la asistencia humanitaria necesaria para responder a la crisis alimentaria en el Cuerno de África.
Este dinero se sumaría a los 136,3 millones de dólares (95 millones de euros) solicitados inicialmente para las operaciones que se desarrollan en Somalia, Etiopía, Kenia y Yibuti.
ACNUR ha explicado en un comunicado que en Somalia el dinero servirá para repartir más mantas, utensilios de cocina y galletas energéticas, entre otros elementos, a unas 180.000 personas afectadas por la hambruna, la sequía y el conflicto armado.
En respuesta a sus peticiones de emergencia, los donantes han entregado a ACNUR unos 59 millones de dólares, si bien necesita otros 86 millones para cubrir sus actividades hasta finales de año.
En lo que va de 2011, la agencia ha distribuido paquetes de emergencia a más de 100.000 personas en las zonas centro y sur de Somalia, mientras que actualmente ha ampliado su asistencia a otras 114.000 personas afectadas por la sequía.
«ACNUR pretende llegar a 400.000 personas en Somalia para finales de agosto», ha asegurado el representante de la organización en el país africano, Bruno Geddo. Esta ayuda, ha explicado, «aliviará el sufrimiento de parte de la población más vulnerable que no tiene los medios para viajar y conseguir esa asistencia».
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha recibido en los últimos días más de 250 millones de dólares procedentes de Australia, Brasil, Canadá, la Comisión Europea, Francia, Alemania, Irlanda, Japón, Arabia Saudí, Luxemburgo, Mónaco, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, así como del Fondo para Emergencias de la ONU. El dinero se suma al que habían entregado previamente Dinamarca, Finlandia, Kenia, Nueva Zelanda, Noruega, Rusia, España, Sudán y Suiza.
El director ejecutivo adjunto del PAM para Relaciones Externas y Movilización de Recursos, Ramiro Lopes da Silva, ha aplaudido la forma en que la comunidad internacional ha respondido, aunque la operación de esta oficina en el Cuerno de África aún necesita durante los próximos seis meses otros 252 millones de dólares.
Alrededor de 11,6 millones de personas en Etiopía, Yibuti, Kenia y Somalia sufren graves carencias alimentarias y la tasa de mortalidad ha alcanzado en la región niveles alarmantes. La ONU declaró oficialmente la semana pasada la situación de hambruna en dos regiones del sur de Somalia.