La policía británica no tiene pruebas de que el joven Mark Duggan, que falleció el pasado jueves en Londres por disparos de los agentes, utilizara un arma antes de ser abatido, según la investigación divulgada este martes por una comisión independiente.
Duggan, de 29 años, recibió un disparo en el pecho por parte de un oficial de Scotland Yard y su muerte ha sido el detonante de la oleada de violencia que se extiende por Londres desde el sábado por la noche.
«En estos momentos no hay pruebas de que la pistola que fue encontrada en el lugar del incidente fuera disparada», señala el Comité Independiente de Quejas a la Policía (IPCC) en un comunicado.
La comisión continúa la investigación para esclarecer las circunstancias del suceso revisando las grabaciones de las cámaras de videovigilancia que había en la zona de Tottenham, al norte de Londres, donde murió Duggan.
La muerte del joven se produjo durante una operación en la que la policía trataba de practicar un arresto y cuando la víctima viajaba como pasajero en un taxi.
Una manifestación en protesta por su fallecimiento derivó el sábado por la noche en graves altercados en su barrio de Tottenham, que posteriormente se han extendido por distintas zonas de Londres y han causado hasta ahora 563 detenidos y 111 agentes heridos.
Los familiares de Duggan indicaron hoy a los medios en un comunicado que se sienten «profundamente angustiados» por los disturbios que se han generado en Londres tras la muerte del joven, padre de cuatro hijos.
«Queremos saber la verdad sobre la muerte de Mark, pero también que todo el mundo sepa que los disturbios no tienen nada que ver con el esclarecimiento de lo que le ocurrió», afirmó la familia.