Algunos de los periodistas que se encuentran retenidos en el hotel Rixos de Trípoli por las fuerzas del líder libio, Muamar Gadafi, han informado de que su situación ha empeorado durante la noche y que la comida y el agua escasean.
Rosemary Church, de la cadena estadounidense CNN, ha dicho a través de la red social Twitter que en el hotel hay 35 periodistas extranjeros y que esperan que se resuelva pronto la situación. Matthew Price, de la BBC, ha declarado a la cadena británica que «la situación es desesperada» porque «ha empeorado mucho durante la noche» del martes al miércoles.
Price ha precisado que hay soldados patrullando en los pasillos y francotiradores en la azotea y que se están acabando la comida y el agua potable. «No ha llegado a ser una situación de crisis, pero esperamos que esto se resuelva antes de llegar a ese punto», ha añadido.
Según la cadena de televisión árabe Al Yazira, «la comida, el agua y la electricidad escasean y no hay agua corriente». El hotel, controlado por combatientes leales a Gadafi, está cerca del complejo de Bab al Aziziya, de donde Gadafi ha tenido que huir ante los ataques de las fuerzas rebeldes.
Los sublevados han saqueado el bastión, cogido las armas que había dentro y destrozado los símbolos del régimen. El complejo había sido objeto de 64 ataques aéreos de la OTAN.
El periodista Matthew Chance, de la CNN, ha indicado que un portavoz del Gobierno de Malta le ha dicho que un barco procedente de este país ha atracado en un puerto libio y que hay espacio a bordo para los periodistas atrapados en el Rixos.
«El problema es que no hemos conseguido que nos dejen salir del hotel», ha explicado el reportero. Las fuerzas de Gadafi no permiten que los periodistas salgan porque, según afirman, les están protegiendo.
Previamente, Chance había señalado que se estaban produciendo tiroteos en el exterior y el interior del hotel y que los reporteros se habían refugiado en uno de los sótanos del edificio.
Además, denunció que su habitación había sido allanada y que se había encontrado todas sus cosas revueltas aunque no le habían sustraído ningún objeto.