El Gobierno italiano decidió este martes introducir una subida de un punto porcentual del IVA, del 20 al 21 por ciento, entre las medidas de su último plan de ajuste, con el que espera sanear las cuentas públicas del país y alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013.
A esta nueva modificación del contenido del texto, que este martes llegaba al pleno del Senado para su discusión, se suma además la introducción de un gravamen del 3 por ciento sobre las rentas que superen los 500.000 euros anuales. Se incluirá, además, una enmienda al texto para el retraso progresivo de la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, de 60 a 65 años, a partir de 2014.
Estas son algunas de las últimas medidas acordadas este martes por la mayoría gubernamental en el poder durante una reunión celebrada en Roma, informaron los medios de comunicación italianos.
Se trata de una serie de nuevas actuaciones que se suman a las numerosas modificaciones que ha sufrido el texto desde que fuera aprobado por el Ejecutivo en un Consejo de Ministros el pasado 12 de agosto y que preveía un ajuste presupuestario de 45.500 millones de euros para el próximo bienio.
La junta de portavoces anunció además su decisión de fijar el voto final del texto en el Senado para este miércoles, siguiendo así los deseos de la mayoría conservadora en el poder de acelerar los tiempos de aprobación del texto.
De forma paralela, el Gobierno comunicó la convocatoria de un Consejo de Ministros a las 18.00 hora local (16.00 GMT) para autorizar que el plan de ajuste se someta a una cuestión de confianza en la Cámara Alta.
El uso de las llamadas cuestiones de confianza es una estrategia muy utilizada por los Ejecutivos italianos para acelerar las aprobaciones de las leyes, ya que permite saltar el debate de enmiendas y el parlamentario. Tras su paso por el Senado, de ser aprobado, el texto pasaría a la Cámara de los Diputados para su ratificación definitiva.
El texto aprobado el pasado 12 de junio por el Ejecutivo italiano y sus continuas modificaciones posteriores ha sido el blanco de las críticas de la oposición, la patronal y de los sindicatos, que, en diferentes grados, consideran que pesa en gran medida sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, al tiempo que no favorece el crecimiento y la ocupación.
En esta línea, el sindicato CGIL, el principal del país, mantiene este martes una jornada de huelga que ha provocado ya importantes problemas, como interrupciones en los servicios de transporte y manifestaciones en más de cien ciudades, entre ellas las más importantes del país, Roma, Nápoles, Milán y Turín.
Estrella Digital/Efe