Este domingo, 11 de septiembre, se cumplen diez años de una de las mayores tragedias por las que ha tenido que atravesar la sociedad americana. Desde los ataques de Pearl Harbor en diciembre de 1941, EEUU no sufría un ataque de semejante dimensión. La pesadilla comenzaba al rededor de las 9 de la mañana de aquel fatídico 11 de septiembre de 2001, que quedará grabado en la memoria colectiva como un importante punto de inflexión en la historia de inicios del siglo XXI.
Fueron una serie de atentados terroristas suicidas cometidos por miembros de la red yihadista Al Qaeda. Su inesperada arma: el secuestro de aviones de línea para ser impactados contra varios objetivos. Su efecto: causó la muerte de cerca de 3000 personas y heridas a otras 6000, así como la destrucción del entorno del World Trade Center en Nueva York y graves daños en el Pentágono en el Estado de Virginia. Su consecuencia: due el episodio que precedió a la guerra de Afganistán y a la adopción por el gobierno estadounidense y aliados de la política denominada de Guerra contra el terrorismo.
Los atentados fueron cometidos por diecinueve miembros de la red yihadista Al Qaeda, divididos en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un terrorista piloto que se encargaría de pilotar el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los aviones de los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines fueron los primeros en ser secuestrados siendo ambos estrellados contra las dos torres gemelas del World Trade Center, el primero contra la torre Norte, el segundo poco después contra la Sur, provocando que ambos rascacielos se derrumbaran en las dos horas siguientes.
El tercer avión secuestrado pertenecía al vuelo 77 de American Airlines y fue empleado para ser impactado contra una de las fachadas del Pentágono, en Virginia. El cuarto avión, perteneciente al vuelo 93 de United Airlines, no alcanzó ningún objetivo al resultar estrellado en campo abierto, cerca de Shanksville, en Pensilvania, tras perder el control en cabina como consecuencia del enfrentamiento entre los pasajeros y tripulantes con el comando terrorista.
Los atentados causaron más de 6.000 heridos, la muerte de 2.973 personas y la desaparición de otras 24, resultando muertos igualmente los 19 terroristas. Fueron condenados inmediatamente como horrendos ataques terroristas, por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y se caracterizaron por el empleo de aviones comerciales como armamento, provocando una reacción de temor generalizado en todo el mundo y particularmente en los países occidentales, que alteró desde entonces las políticas internacionales de seguridad aérea.
Una década después, ¿qué ha cambiado?
Diez años después de los catastróficos atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, cuyas imágenes han quedado definitivamente vinculadas a los avatares del cambio de siglo, es preciso evaluar tanto el estado actual de al-Qaeda y la amenaza del terrorismo global como los cambios en las distintas dimensiones de la seguridad, interior e internacional, que han tenido lugar desde entonces.
Con ese propósito, el Real Instituto Elcano ofrece una serie de nuevos análisis dedicados a sopesar los éxitos y fracasos de Al Qaeda, aclarar la situación y el funcionamiento actual de esa estructura terrorista, valorar las respuestas que los gobiernos occidentales en general y la Unión Europea en particular han dado a los desafíos planteados por el terrorismo global y analizar también la nueva Estrategia Nacional contra el terrorismo adoptada por las autoridades de Estados Unidos. Desde Estrella Digital reproducimos algunos de ellos.