Unas 20.000 personas se han manifestado este viernes en las proximidades de Manama, capital de Bahréin, coreando eslóganes contra el Gobierno y prometiendo mantener sus llamamientos a favor de reformas democráticas en esta isla gobernada por el rey Hamad bin Isa al Jalifa.
«Abajo, abajo Hamad», han coreado los manifestantes, enarbolando banderas bahreiníes y alzando sus puños al aire, mientras helicópteros de la Policía sobrevolaban por encima de sus cabezas.
Protestas a pequeña escala y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad se producen casi a diario fuera de Manama, en las localidades donde vive la mayoría chií del país, gobernado por una familia real suní.
La marcha, organizada por el principal partido opositor Wefaq (chií), llevaba como lema «no nos retractamos, insistimos en nuestras demandas». Los manifestantes, en su mayoría chiíes, han reclamado una mayor participación en el gobierno así como más poderes para el legislativo, cuya autoridad está neutralizada por un consejo superior designado por el rey.
El Gobierno trató de responder a las protestas lanzando un Diálogo Nacional para iniciar reformas, pero muchos chiíes y figuras de la oposición han considerado esta medida como cosmética. Wefaq de hecho no ha participado en este diálogo.
La marcha de hoy se produce una semana después de que miles de personas se echaran a las calles para protestar contra la muerte de un adolescente de 14 años que según los activistas murió tras resultar alcanzado por un bote de gases lacrimógenos lanzado por la Policía durante una protesta. El Gobierno ha negado que la Policía sea responsable de esta muerte.
Estrella Digital/EP