Los ciudadanos estadounidenses condenados a ocho años de cárcel por espionaje y entrada ilegal en el país salieron este miércoles de Irán tras ser liberados esta mañana bajo fianza de 415.000 dólares.
Según la agencia oficial de noticias estatal Irna, Shane Bauer y Josh Fattal, de 29 años, embarcaron en un avión que despegó del aeropuerto de Mehrabad, en el oeste de Teherán, rumbo al sultanato de Omán, país que ha sido clave en la negociación de su libertad.
Un diplomático del citado país árabe los esperaba esta mañana frente a la puerta de la cárcel de Evín, en el norte de la capital, junto a la embajadora de Suiza en Irán, que representa los intereses de Washington en la República Islámica.
Horas antes de su liberación, su letrado, Masud Shafie, había confirmado que la Sección 36 del Tribunal de Apelación de Teherán había aceptado ponerlos en libertad bajo fianza de cinco millones de riales iraníes pese a haber sido condenados en firme a ocho años de prisión.
Bauer y Fattal fueron arrestados el 31 de julio de 2009 junto a su compañera Sarah Shourd cuando al parecer hacían senderismo en una zona del Kurdistán donde la frontera entre Irán e Irak es todavía objeto de disputas.
Los tres excursionistas, que insisten en su inocencia, aseguran que se perdieron y que en ningún momento tenían intención de entrar en territorio iraní, a donde llegaron porque les llamó una patrulla persa que vigilaba la región.
De la misma forma que su compañeros, Shourd fue liberada bajo fianza de 500.000 dólares el pasado año, también en los días previos al viaje del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, y en medio de una agria polémica entre el Ejecutivo y el Poder Judicial.
El propio mandatario anunció la semana pasada la puesta en libertad de Fattal y Bauer, también poco antes de partir hacia Estados Unidos y en el mismo contexto de pulso por el poder en el país.
Al igual que en el caso de Shourd, Ahmadineyad alegó «razones humanitarias» para justificar una decisión que ha creado polémica en el círculo del poder iraní.
El proceso se enmarca, asimismo, en las hostiles relaciones que mantienen Irán y Estados Unidos, países que rompieron sus lazos diplomáticos tras el triunfo en 1979 de la revolución que expulsó al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahleví, e instauró la actual República Islámica.
Teherán