La Policía tunecina ha empleado gases lacrimógenos este viernes para intentar disolver una protesta de varios miles de islamistas, algunos de los cuales intentaron abrirse camino hasta la oficina del primer ministro en el centro de la capital, según informa un reportero de Reuters sobre el lugar de los hechos.
Los manifestantes, que coreaban «Allahu Akbar» (Dios es el más grande) y reclamaban la imposición de la ‘sharia’ en Túnez, respondieron lanzando piedras contra la Policía.
La ‘sharia’ es un código de conducta en el que se incluyen normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida. Son las reglas separadoras del bien y del mal.