El Tribunal Oral Federal Número Cinco de Comodoro Py ha condenado a cadena perpetua al ex marino Alfredo Astiz, así como a otros once represores de la dictadura militar argentina (1976-1983) por los crímenes cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
Tras 22 meses de juicio, el tribunal ha condenado a Astiz, símbolo del horror de la dictadura argentina, a cadena perpetua, tal y como había solicitado la Fiscalía, según informa la agencia de noticias Télam.
A la misma pena han sido condenados los ex marinos Jorge Acosta, alias ‘El Tigre’; Ricardo Cavallo, ‘Sérpico’; Antonio Pernías, ‘Rata’; Raúl Scheller, ‘Mariano’; Alberto González, ‘Gato’; Jorge Radice, ‘Ruger’; Ernesto Weber, ‘220’; Óscar Antonio Montes, Adolfo Donda, Julio Coronel y Néstor Savio.
En cambio, Manuel García Tallada y Juan Carlos Fotea, ‘Lobo’, han sido condenados a 25 años de prisión; Carlos Capdevilla y Juan Antonio Azic, ‘Piraña’, han sido sentenciados a 20 y 18 años de cárcel, respectivamente; y Juan Carlos Rolón y Pablo García Velazco han sido absueltos.
Todos ellos han sido juzgados por las desapariciones, violaciones y asesinatos de las personas detenidas en el centro de detención clandestino de la ESMA –uno de los mayores del país–, considerados de lesa humanidad por el Derecho Internacional.
En concreto, han sido juzgados por el secuestro, la tortura y el asesinato de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet; el de las fundadoras de Madres de la Plaza de Mayo Mary Bianco, Esther Careaga y Azucena Villaflor Devicenti; y el del escritor Rodolfo Walsh.
Entretanto, otros 70 imputados permanecen a la espera de que las ocho causas abiertas por los más de 800 crímenes cometidos durante la dictadura militar contra las 5.000 personas detenidas en la ESMA cristalicen en uno o varios juicios.
Entre estos crímenes destacan el asesinato de la joven sueca Dagmar Hagelin, por el que el Astiz ha sido reclamado por Estocolmo; los robos de bebés en la ‘maternidad’ de la ESMA, causa en la que está implicado el médico militar Jorge Luis Magnacco, y los llamados ‘vuelos de la muerte’.
La ‘megacausa’ de la ESMA comenzó en diciembre de 2009, seis años después de que el Congreso de Argentina derogara las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, creadas durante el Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), que eximieron de responsabilidad criminal a los militares de menor rango.