Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN discutirán este jueves la segunda fase del repliegue en Afganistán tras el reciente anuncio del presidente afgano, Hamid Karzai, sobre los territorios que pasarán a control de los afganos en los próximos meses, y el apoyo a largo plazo de la comunidad internacional al país centroasiático después de 2014, cuando se espera que salgan las tropas aliadas.
También discutirán cómo mejorar a corto plazo la relación con Pakistán, después de su decisión de interrumpir los suministros para las tropas aliadas a través del paso de Jaiber, en respuesta al ataque de la OTAN que el pasado 26 de noviembre se cobró la vida de 24 militares paquistaníes en la frontera. Los aliados esperan que Islamabad dé marcha atrás en su decisión o al menos permita la entrada de materiales básicos para los próximos meses, como combustible ante la llegada del invierno, según han avanzado fuentes aliadas. «Si mantiene la restricción durante mucho tiempo, tendremos que explorar otras opciones», han reconocido otras fuentes aliadas.
La OTAN ya ha dejado claro que no se siente la responsable única de cubrir el coste de las fuerzas de seguridad afganas después de 2014, algo que compete al conjunto de la comunidad internacional, como se ha aceptado en la cumbre de Bonn (Alemania). El coste dependerá «del tamaño» y «de los medios» de las fuerzas afganas, sin que se descarte que Kabul decida reducir el número de tropas para abaratar costes, según fuentes aliadas.
Respecto al calendario de repliegue, el comandante de la operación en Afganistán, el general estadounidense John Allen, ya ha trasladado que aspira a contar con «el máximo» de tropas de combate de aquí hasta 2013 incluido, según fuentes aliadas. Quedan tres fases de repliegue y se espera que la quinta y última sea aprobada en 2013.
Estados Unidos, que ya ha anunciado que retirará un total de 30.000 efectivos de aquí a finales de 2012, prevé continuar con la retirada «a un ritmo constante», aunque la Administración de Barack Obama todavía debe decidir «los detalles» exactos del repliegue, según han reconocido fuentes estadounidenses.
En el caso de España, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero avanzó en junio la intención de replegar en el primer semestre de 2012 «en torno al 10 por ciento de los efectivos» del contingente de 1.500 militares, «hasta un 40% en el primer semestre de 2013 y la retirada «completa» en 2014, un calendario que fuentes diplomáticas descartan ‘a priori’ que sufra mucha modificación con la llegada del PP al Gobierno. «No creo que sea un tema de gran diferencia», han explicado fuentes diplomáticas aliadas.
Kosovo
Los ministros también analizarán la situación tensa de los últimos meses en el norte de Kosovo por los enfrentamientos esporádicos entre serbokosovares y efectivos de la misión de la OTAN (KFOR) para tratar de impedir la colocación de barricadas que impiden el libre movimiento en el norte, de mayoría serbia, y aunque dejarán claro que la violencia contra la KFOR «es inaceptable» se espera que también valoren los «pasos positivos» de los últimos días como el inicio de la retirada de las barricadas y el acuerdo firmado entre Prístina y Belgrado para realizar patrullas conjuntas en los pasos fronterizos del norte de Kosovo.
En todo caso, el comandante supremo aliado en Europa, el almirante estadounidense James Stavridis, ha dejado «muy claro» que no pedirá a los aliados reducir el contingente de KFOR a la mitad, hasta los 2.500 efectivos sobre el terreno, en los próximos meses, según han confirmado fuentes aliadas. Alemania rechaza esta posibilidad además en las circunstancias actuales. «Veremos cómo evoluciona la situación dentro de Kosovo y en el norte», han explicado fuentes aliadas.
Relaciones con Rusia
Tras analizar las misiones en Afganistán y Kosovo, los jefes de la diplomacia aliada discutirán sobre las relaciones con Rusia, uno de los socios estratégicos para la OTAN, incluido la oferta de la OTAN para que Moscú coopere con los aliados en defensa antimisiles, algo que discutirán además el viernes con su homólogo ruso, Seguei Lavrov, en una reunión del Consejo OTAN-Rusia.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, enviará «un mensaje muy claro a Rusia de que la defensa antimisil de la OTAN seguirá adelante y que queremos cooperar con Rusia», a pesar de que el presidente ruso, Dimitri Medvedev, reiteró el pasado 23 de noviembre su amenaza de desplegar misiles Iskander en Kaliningrado y otros puntos del país si la OTAN sigue adelante con el escudo.
La OTAN, que espera declarar la capacidad operativa inicial del sistema en la cumbre de Chicago de 2012 (Estados Unidos), ha dejado claro a Moscú que sólo habrá cooperación posible sobre la base de dos sistemas independientes pero integrados.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha defendido este martes que la amenaza balística «está creciendo» tras recordar que «más de 30 estados trabajan en la actualidad en avanzar su tecnología de misiles», ha insistido en que la cooperación con Rusia en este ámbito es «estratégica» y ha achacado las declaraciones del presidente ruso a «un malentendido fundamental del sistema» aliado, aunque ha agradecido que «no cierre la puerta» a seguir el diálogo. «No está dirigido contra Rusia ni alterará el equilibrio estratégico», ha insistido.
Rasmussen ha recordado que los aliados han trasladado tres propuestas a Moscú para disipar sus dudas: intercambiar información sobre los sistemas con «transparencia» e invitar a Rusia a enviar expertos para supervisar las pruebas y ensayos del sistema, han propuesto la organización de ejercicios conjuntos a principios de 2012 y, en tercer lugar, la creación de dos centros de defensa antimisiles, uno para compartir información y otro para apoyar la planificación. «Estas propuestas demuestran que vamos en serio sobre que queremos cooperar con Rusia», ha insistido.
Estados Unidos aceptaría firmar una declaración política, pero rechaza dar garantías jurídicas vinculantes tal y como pide Moscú, según han confirmado varias fuentes aliadas. «La declaración legal está fuera de la mesa todavía», han insistido fuentes aliadas. Rasmussen ha recalcado, respecto a las garantías jurídicas que reclama Rusia, que «ya están ahí desde hace más de una década» cuando la OTAN y Rusia firmaron la Acta Fundacional del Consejo OTAN-Rusia en 1997. «Acordamos que nos abstendremos de amenazar o utilizar la fuerza contra el otro», ha recordado.
Cena
Los Veintiocho dedicarán la cena del miércoles a analizar el impacto de la Primavera árabe y sobre todo la posibilidad de «reforzar» las relaciones entre la OTAN y los socios de la región que como Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos o Jordania, han participado en la misión militar bajo mando aliado en Libia, aunque no se esperan decisiones concluyentes, según fuentes diplomáticas aliadas.
Aunque no se espera una gran discusión sobre Libia, los Veintiocho reafirmarán «la disposición de la OTAN» de apoyar a las nuevas autoridades libias, incluido para reformar las fuerzas armadas del país «si se le solicita». Las autoridades libias ya han hecho alguna petición a los aliados, aunque sin entrar en «detalles» y las discusiones bilaterales están en «fase muy preliminar» todavía, han explicado fuentes diplomáticas aliadas.
Al día siguiente, los ministros mantendrá la reunión del Consejo OTAN-Rusia y seguirán discutiendo sobre Afganistán con el resto de países que contribuyen a la misión. La ministra de Exteriores española, Trinidad Jiménez, que tenía previsto asistir a la reunión de la OTAN ha cancelado su participación en el último momento por cambios de agenda sin dar más detalle.