El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, ha ordenado a sus ministros que se mantengan en estado de alerta ante cualquier situación inesperada, tras la muerte del líder de Corea del Norte, Kim Jong Il, según ha explicado el jefe de Gabinete, Osamu Fujimora.
Noda ha dado esta orden en el marco de la reunión de emergencia que ha mantenido su Gabinete, tras conocer la muerte de Kim. Además, ha advertido a sus ministros de que dichas situaciones podrían afectar a cuestiones financieras y fronterizas.
Interrogado sobre la situación de seguridad, Fujimora ha indicado que, de momento, el Gabinete ha descartado aumentar el nivel de alerta para las fuerzas de seguridad japonesas, aunque ha matizado que finalmente la decisión podría adoptarse en reuniones posteriores.
«Necesitamos ver los riesgos que entraña la sucesión», ha dicho Fujimora, al tiempo que ha indicado que, de momento, el Gobierno de Japón no ha podido confirmar que se haya producido la sucesión. «Aunque estamos observando de cerca», ha subrayado.
Corea del Sur en alerta
El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur (JCS, por sus siglas en inglés) ha puesto en estado de alerta a todas las unidades militares, después de que los medios de comunicación de Corea del Norte hayan anunciado la muerte del líder del régimen comunista, Kim Jong Il, según informa la agencia de noticias Yonhap.
Fuentes citadas por Yonhap han señalado que la Fuerza Combinada de Corea del Sur y Estados Unidos ha aumentado el control de las actividades militares de Corea del Norte en la frontera común, aunque de momento no ha detectado una actividad inusual.
«Estamos vigilando de cerca la Zona Desmilitarizada (DMZ), el Área de Seguridad Conjunta (JSA) y la Línea Limítrofe del Norte (NLL) ante posibles provocaciones de Corea del Norte», ha explicado una fuente del JCS.
Además, estas fuentes han apuntado que el JCS podría elevar el nivel de alerta de cuatro a tres y el de vigilancia de tres a dos, lo que equivale a un estado de emergencia con indicación de amenaza vital por parte de Corea del Norte.
La última vez que Seúl elevó el nivel de vigilancia sobre su vecino fue en noviembre de 2010, cuando Pyongyang bombardeó la isla surcoreana de Yeonpyeong, ubicada cerca de la frontera marítima entre las dos Coreas, en un ataque que se saldó con cuatro muertos.
En este contexto, estas fuentes han indicado que el Centro de Control e Información (MCRC) de la base aérea de Osan, ubicada al sur de Seúl, que se encarga de la vigilancia aérea, planea pedir refuerzos a Corea del Sur y Estados Unidos.
El jefe del JCS, el general del Ejército Jung Seung Jo, está regresando de una visita a las unidades que se encuentran en primera línea fronteriza, según han confirmado dichas fuentes.