Hace 6 años, el 30 de diciembre de 2006, fue ejecutado el dictador iraquí, Saddam Husein. Condenado a la horca, se puso fin a su vida en presencia de un clérigo, un médico y un juez, además de un gran número de testigos, todos ellos de origen iraquí.
En un vídeo realizado con un móvil en el momento de la ejecución, se escucha cómo el expresidente iraquí se enfrenta dialécticamente a sus verdugos. Saddam Hussein se negó a que le cubriesen la cabeza con una capucha antes del ahorcamiento y leyó las frases de la profesión de la ley musulmana: «No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta.»
Tras la ejecución, en la misma jornada, una cadena de atentados sacudió Bagdad dejando al menos 70 muertos, después de que el Partido Baaz pidiera a los iraquíes venganza. El cuerpo del exdictador fue entregado a sus familiares para ser enterrado en su ciudad natal, Tikrit.
Redacción