El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se ha mostrado este miércoles «orgulloso» del trabajo realizado por su Gobierno durante el último año y medio para aplicar una polémica reforma constitucional que la Comisión Europea ve con preocupación, pero ha prometido que viajará a Bruselas la próxima semana para pactar correcciones de manera «fácil, rápida y eficaz».
Orban ha comparecido este miércoles ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia) para explicar su posición, un día después de que el Ejecutivo comunitario lanzara tres expedientes sancionadores contra Hungría para exigir cambios en nuevas leyes, al considerar que vulneran los derechos y valores fundamentales que defiende la Unión Europea.
En concreto, Bruselas ve problemas en la legislación húngara que limita la independencia del Banco Central nacional y de la agencia de protección de datos, así como reformas en la judicatura que obligan, por ejemplo, a adelantar la jubilación obligatoria de los jueces de los 70 a los 62 años.
En su intervención ante los eurodiputados, Orban ha afirmado que su Gobierno emprendió una «enorme renovación» porque era «urgente» y estaba «justificada» por la «difícil» situación que atravesaba el país, en el marco de la crisis económica y financiera en Europa. «Vivían más personas del dinero del Estado que de la economía (…). Hicimos un trabajo del que estamos orgullosos», ha justificado.
El primer ministro húngaro ha enumerado las virtudes de la reforma de la Constitución que ha promovido y de otras leyes aprobadas con las que, según él, se ha acabado con organismos paramilitares, equilibrado los presupuestos y mejorado la protección de las minorías, entre otras cuestiones.
También ha afirmado que todas estas modificaciones se alinean con los principios y valores europeos y «se han basado en (lo hecho en otros) Estados miembros y en la Unión Europea». «Quiero dejar claro que ningún párrafo de la Constitución ha sido puesto en tela de juicio por (servicios) jurídicos», ha insistido, para negar problemas en la Carta magna y precisar que los cambios pueden realizarse en disposiciones transitorias.
Con todo, Orban ha concedido que una reforma «tan rápida y de tanto calado» debe suscitar «debate y problemas», al tiempo que ha explicado que este mismo miércoles ha remitido una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para expresarle su disposición a trabajar en las correcciones.
«Los problemas que plantea la Comisión Europea se pueden resolver de forma rápida, fácil y eficaz y espero que después de la reunión de la próxima semana, lleguemos rápido (a una solución)», ha apuntado Orban. El primer ministro húngaro tiene previsto viajar a Bruselas el próximo martes, día 24, para avanzar en este sentido.
Preocupación por las restricciones a la libertad de prensa
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes, ha escrito al viceprimer ministro húngaro y responsable de Justicia y Administraciones Públicas, Tibor Navracsics, para «reiterarle su preocupación por el estado del pluralismo y la libertad de prensa en Hungría».
La misiva de Kroes es un paso más en la ofensiva de Bruselas para tratar de frenar la deriva autoritaria del primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán. El Ejecutivo comunitario abrió este martes tres procedimientos de infracción contra Hungría por las leyes que limitan la independencia del Banco Central del país, la justicia y la agencia de protección de datos del país.
Bruselas ha amenazado además con congelar los fondos de cohesión a Budapest si no toma más medidas para recortar su déficit excesivo.
«El respeto de la libertad de prensa y el pluralismo no depende sólo de la aplicación técnicamente correcta de la legislación nacional y de la UE sino también, y de forma más decisiva, de aplicar y promover estos principios fundamentales en la práctica. La Comisión se mantendrá particularmente vigilante en ambos aspectos», señala Kroes en su misiva.
La vicepresidenta justifica su preocupación por el hecho de que no se hayan renovado las licencias locales de KlubRadio, incluida la de Budapest, según ha informado el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
También denuncia el «control desproporcionadamente centralizado» de los medios que impone la ley de prensa, y que «no tiene precedentes en otras jurisdicciones de la UE».
En 2011, Bruselas ya intervino para enmendar cuatro puntos de la ley de prensa de Hungría que no respetaban la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Kroes ha pedido a Budapest que cumpla la sentencia del Tribunal Constitucional húngaro, en diciembre del año pasado determinó que esta norma limitaba indebidamente la libertad de la prensa escrita.
Estrella Digital/EP