El Tribunal Supremo de Pakistán ha aplazado hasta principios de febrero la comparecencia del primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, a quien ha acusado de desacato por no haber actuado contra varios responsables del Gobierno acusados de corrupción, entre ellos el presidente del país, Asif Ali Zardari, según informaron las cadenas locales de televisión.
La comparecencia había sido anunciada inicialmente para este mismo jueves. Aunque la orden ha sido presentada contra Gilani, la mayoría de los observadores creen que su objetivo real es el presidente Zardari. El mandatario se enfrentó a lo largo de los años noventa a numerosos casos de corrupción e incluso homicidio. El presidente ha rechazado todos los cargos, que ha atribuido a causas políticas.
En 2009 fue anulado el acuerdo de amnistía que exoneraba al presidente de los cargos y ese mismo año el Supremo pidió al Gobierno que reabriera las investigaciones por corrupción contra Zardari. El Ejecutivo se negó a obedecer con el argumento de que Zardari gozaba de inmunidad en su calidad de jefe de Estado.
«En teoría, un primer ministro puede ir a la cárcel si se le declara culpable de desacato al tribunal», declaró el exministro de Justicia Jalid Anwar. «Pero no creo que suceda», prosiguió. «El peligro es que, si se le declarase culpable, quedaría inhabilitado para ser miembro del Parlamento» y, por tanto, no podría optar en adelante a la jefatura del Ejecutivo, añadió.
La orden del Supremo coincide además con la mayor tensión entre el Gobierno y el Ejército paquistaníes desde el golpe de Estado de 1999, relacionada con las noticias sobre el envío de un memorándum a Estados Unidos en el que Islamabad pedía ayuda a Washington para mantener a raya a los militares ante la posibilidad de una sublevación, conocido como ‘Informe Ijaz’.
Redacción