La vida del expresidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Newt Gingrich, fue este jueves relatada en televisión. En esta ocasión no se trató de hablar sobre su perfil político o profesional, sino que los trapos sucios personales del candidato republicano vieron la luz en la misma noche en la que se conocía que recortaba distancias con el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney de cara a las primarias en Carolina del Sur.
En la noche de este jueves, y pese a que las hijas de Gingrich lo intentaron apalazar hasta después del fin de semana, la cadena norteamericana ABC News emitió una entrevista de Marianne: la mujer por la que abandonó a su primera esposa en 1980 y de la que se divorció después para contraer matrimonio con Callista Bisek.
Marianne dijo que sigue creyendo en la honradez de Gingrich. Pero eso no le ha impedido relatar uno a uno los momentos más escabrosos de su divorcio. Dijo que todo comenzó «con una llamada telefónica», cuando ella estaba en casa de su madre y le desveló que quería el divorcio. «Le dije que había otra persona y se quedó callado. Cuando estaba fuera, Newt siempre me llamaba por las noches. Luego supe que ella siempre estaba en mi casa con él», dijo la segunda esposa.
Según Marinne, Gingrich inició los trámites del divorcio justo después de que los médicos le diagnosticaran esclerosis múltiple: «Newt lo sabía», dijo en antena, «el médico le dijo delante de mí que no debía someterme a situaciones estresantes». Aunque el momento más comprometedor de la entrevsita llegó cuando Marianne acusó a Gingrich de haberle propuesto seguir casado con ella mientras se acostaba con su amante. «Le dije que llevábamos casados mucho tiempo y él me dijo: ‘Sí pero tú me quieres sólo para ti y Callista dice que no le importa lo que haga’. Me pedía que aceptara el hecho de que había alguien más en su vida. Yo le dije que eso no era un matrimonio».
La reacción del expresidente de la Cámara de Representantes no se hizo esperar. «Esa historia es falsa y quienes me conocen lo saben», dijo el candidato. Según Gingrich, la naturaleza viciosa y negativa de la mayoría de los medios hace más difícil gobernar EEUU y atraer a gente decente a la política. «Me enfada ver que un debate presidencial arranca con un asunto así. Todos aquí conocemos el dolor personal. Todos tenemos alguien cercano que ha pasado por momentos difíciles. Coger a una ex mujer y hacerle una entrevista dos días antes de unas primarias es tan despreciable como cualquier cosa que pueda imaginar. Mis hijas escribieron a ABC pidiendo que retiraran la entrevista y me sorprende que la CNN coja una basura así y la utilice para abrir un debate presidencial», denunció el republicano.
Pese a este percance, Newt Gingrich consigue acortar distancias en el estado de Carolina del Sur. Una encuesta publicada por Reuters/Ipsos, realizada entre 656 posibles votantes en las primarias del sábado, muestra que Romney cuenta con un 35% de los apoyos, mientras que Gingrich se hace con el 23% y el exgobernador de Pennsylvania Rick Santorum con el 15%. Por detrás se ubican el congresista texano Ron Paul, con un trece por ciento, y el gobernador de Texas Rick Perry, con un seis por ciento. Perry ha anunciado este jueves que se retira de la carrera presidencial y que apoya a Gingrich.
Acusado de ser un ‘caballo de Troya’ de Washington, Gingrich ha conseguido unos pobres resultados en Iowa y New Hapshire, pero ha conseguido remontar el vuelo en Carolina del Sur. La retirada de Perry podría suponer aún un impulso mayor a su candidatura. La encuesta planteó la opción de que los únicos candidatos fueran Romney y Gingrich, situación en la que el exgobernador de Massachusetts se haría con el 54 por ciento de los votos, frente al 33 por ciento que conseguiría Gingrich.
Las primarias del Partido Republicano en Carolina del Sur no requieren que la gente esté registrada en un partido para poder acudir a votar.
Redacción