Jack Knowles puede presumir de tener quizás uno de los trabajos más envidiados por la mayor parte del sexo masculino y además bien remunerado. A sus 22 años este joven británico confiesa que ha ganado en los dos últimos años más de 200.000 libras, casi 241.000 euros, procedentes de los bolsillos de maridos y novios celosos para averiguar si sus parejas eran infieles ofreciéndose él mismo como «cebo» en clubes de todo el Reino Unido, según publica el Daily Mail.
La idea de esta empresa nació cuando en 2009 un hombre se acercó a Jack Knowles en un club de Birmingham y le ofreció unas 100 libras por controlar a su mujer en una fiesta e incluso tratar de seducirla para saber si podía confiar en ella. La mujer rechazó a Knowles, sin embargo éste se dio cuenta que era el negocio de su vida.
Se puso manos a la obra y se hizo empresario creando una página web y colocando varios anuncios en Google para controlar y probar la fidelidad de las mujeres.
Desde entonces, presume de haber ganado más de 240.000 euros con este negocio trabajando sólo dos días a la semana. Confiesa que incluso le han llegado a pagar hasta 1.200 euros por una cita.
El joven explica que observa si la mujer, que le han encargado vigilar, está sola o con otros hombres, si no está con nadie él trata de seducirla. En caso de que ella acceda, él trata de abandonar el lugar con una excusa y rápidamente informa al marido o novio de la actitud de la “víctima de la trampa”.
Por último, explica que la mayor parte de las mujeres a las que tiene que investigar han resultado ser infieles, aunque él cree que esto es debido a que él es el último recurso en casos muy evidentes.
Redacción Estrella Digital