La artillería del Ejército gubernamental sirio causó este martes al menos 16 muertos –incluidos dos niños– y alrededor de 340 heridos en Baba Amro, un importante foco rebelde de la ciudad de Homs, según denunciaron fuentes opositoras.
Los bombardeos comenzaron después de que la resistencia local impidiera el avance de las tropas gubernamentales hacia el barrio, según las citadas fuentes. «El Ejército Libre de Siria no está permitiendo la entrada del Ejército en Baba Amro», declaró a Reuters desde el lugar un activista, Nader al Husseini, en referencia al grupo armado opositor formado por militares desertores.
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad «respondieron esta mañana disparando a discreción contra el barrio con proyectiles de artillería de 130 milímetros», añadió. «Han caído varios proyectiles por minuto», agregó. Estas informaciones no han podido ser confirmadas por otras fuentes.
La Red Siria para los Derechos Humanos, con sede en Londres, ha informado de que al menos 250 cohetes y proyectiles cayeron esta mañana en Baba Amro y ha indicado que la aviación militar siria está efectuando vuelos de reconocimiento.
Las tropas gubernamentales, apoyadas por los acorazados y al mando de oficiales pertenecientes de la secta alauí –a la que pertenece Al Assad–, han ido avanzado hacia Baba Amro –un barrio mayoritariamente suní– desde que comenzó la ofensiva en Homs, el pasado 3 de febrero. El Ejército ha desplegado carros de combate en el distrito de Inshaat, situado frente a Baba Amro, según fuentes opositoras.
Se estima que alrededor del 60 por ciento de los 100.000 habitantes del barrio han huido. Baba Amro está conectado con varias aldeas que han sido absorbidas por esta ciudad de un millón de habitantes, de los cuales entre el 30 y el 40 por ciento pertenecen a la secta alauí.
Homs, situada estratégicamente en la autopista entre Damasco y Aleppo, ha sido uno de los focos de las revueltas que, desde hace casi un año, se han extendido por el país contra el régimen de Al Assad.
Los enfrentamientos armados y las restricciones gubernamentales han impedido el acceso de medios de comunicación internacionales y de observadores independientes que puedan verificar sobre el terreno las informaciones de las dos partes enfrentadas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), única organización internacional con presencia humanitaria en Siria, ha iniciado conversaciones con las autoridades y con las milicias opositoras para pedir un alto el fuego que permita ayudar a los civiles.
Fuentes diplomáticas han informado de que se está negociando un alto el fuego de dos horas en varios puntos calientes, incluida Homs, cuya población carece de agua, alimentos y medicinas.
Por otra parte, un grupo activista de la ciudad de Kfar Tejarim, cerca de la frontera con Turquía, ha informado de que los rebeldes han dado muerte a cinco soldados y capturado a otros dos en el curso de una emboscada contra una columna del Ejército.
Asimismo, los activistas de la ciudad de Hama (oeste) han asegurado que el Ejército, la Policía y las milicias progubernamentales han levantado barricadas y han separado los barrios unos de otros.
Ahmad Ramadan, un dirigente del opositor Consejo Nacional Sirio, ha acusado a las fuerzas leales de Al Assad de la muerte de su hermano Mahmud, al que habrían acribillado a tiros cuando circulaba en su automóvil por su ciudad, Aleppo.
«El régimen acusaba a Mahmud de enviar alimentos y medicinas a Homs y había recibido amenazas a diario», explicó a la cadena Al Yazira. «Le alcanzaron en la cabeza y en el cuello y murió en el acto», agregó.