La noticia sobrecogió a todo el mundo: Savannah Hardin, de nueve años, falleció tras haber sido obligada a correr durante tres horas por haber comido chocolate. Las instigadoras de la pequeña fueron su madrastra y su abuela quienes, tras descubrir que la pequeña les había mentido después de haber saboreado una chocolatina, la hicieron correr “hasta que no pueda más».
Ahora, la abuela de la niña se enfrenta a la pena de muerte por un delito de asesinato. En el juicio, el fiscal ha mostrado una grabación de seguridad del autobús escolar en la que se escucha cómo la mujer dice: «La voy a hacer correr hasta que no pueda más»
«Y eso es lo que exactamente hizo», según ha señalado el fiscal en una información publicada por el diario Daily Mail.
La abuela, Joyce Hardin Garrard, de 46 años, y la madrastra, Jessica Mae Hardin, de 27, están acusadas por la muerte de la menor. Fue la mujer de su padre la que avisó a los servicios de emergencias de que la niña había sufrido un ataque y no respondía a ningún estímulo.
Ya en el hospital, en Alabama, la niña falleció. Según los médicos, estaba deshidratada y tenía muy bajos los niveles de sodio.
Redacción Estrella Digital