El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado este lunes que su homólogo sirio, Bashar al Assad, «al final caerá», ya que es cuestión de tiempo, pero ha alertado de las consecuencias que tendría que Washington emprendiese por su cuenta bombardeos sobre Siria.
«Al final este dictador caerá», ha dicho Obama en una rueda de prensa en la Casa Blanca, al asegurar que no se trata tanto de si abandonará o no el poder sino de cuándo se producirá esta salida.
El mandatario norteamericano ha descartado la opción planteada el lunes por el senador republicano John McCain, que propuso al Gobierno iniciar bombardeos contra las fuerzas leales a Al Assad con el objetivo de proteger a la población civil.
En este sentido, Obama ha asegurado que no existen soluciones simples al conflicto sirio, iniciado hace ya un año, y ha advertido de que sería un error que Estados Unidos decidiese actuar de forma independiente al resto de la comunidad internacional.
La Casa Blanca ha reiterado este martes que Washington sigue apostando por la diplomacia para poner fin a la violencia en Siria, donde según la ONU han muerto más de 7.400 personas. El plan norteamericano pasa por aislar a Al Assad políticamente, recortarle sus fuentes de financiación y alentar la unidad entre las facciones opositoras.