Los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluidas Rusia y China, han acordado una declaración no vinculante en la que apoyan las labores de mediación del enviado especial de la Liga Árabe y de Naciones Unidas para Siria, Kofi Annan, y en la que se advierte a Damasco de «nuevas medidas» si no cumple en el plazo debido el plan de paz de Annan, según informaron a Reuters fuentes diplomáticas.
La «declaración presidencial», redactada por países occidentales, aún debe de ser aprobado oficialmente por los quince miembros del Consejo de Seguridad en la reunión prevista para este mismo miércoles. Las declaraciones no son vinculantes y sólo pueden prosperar con el apoyo unánime de los quince, a diferencia de las resoluciones, que sí son vinculantes y pueden prosperar con el voto de nueve de los miembros, al margen del derecho de veto de que disponen los cinco miembros permanentes.
Esta declaración presidencial es diferente del proyecto de resolución propuesto por Estados Unidos, en el que se pide a Siria que facilite el acceso de la ayuda humanitaria. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, declaró este miércoles en rueda de prensa que la resolución «refleja la realidad de Siria y respalda los objetivos de Annan». «La apoyamos plenamente», añadió.
Hasta la fecha, Rusia y China han usado su poder de veto en el Consejo de Seguridad en dos ocasiones para impedir que se aprobasen resoluciones que condenaban la actuación del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, contra las protestas antigubernamentales que comenzaron hace un año.