En su último discurso en tierras cubanas, el Santo Padre ha hecho tres peticiones concretas: «que nadie se vea impedido por la limitación de sus libertades fundamentales», «que Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanos» y «que se destierren posiciones inamovibles y los puntos de vista unilaterales». Las tres peticiones, hacen referencia a los tres problemas socio-económicos más importantes para los cubanos: la falta de libertades, la reconciliación nacional y el embargo económico.
Tras un retraso de varios minutos debido a una fuerte lluvia y viento, a las 17.40 horas (23.40 horas en España) –cuatro horas después de la entrevista que Benedicto XVI ha mantenido en la Nunciatura con el ex presidente cubano Fidel Castro– el avión de la compañía Alitalia despegó del aeropuerto internacional José Martí en La Habana rumbo a Roma con el Papa y su séquito.
Antes de llegar al aeródromo, el Santo Padre recorrió en el papa móvil muchas de las calles de La Habana para recibir el cariño de los miles de cubanos que se despedían de él. La televisión cubana hizo el seguimiento de este recorrido que durado más de 20 minutos. En todas las calles por donde ha pasado el papa móvil, cientos de personas estaban apostadas en el recorrido de los casi 20 kilómetros que hay entre la ciudad y el aeropuerto internacional José Martí y han podido ver y saludar al Papa, mientras una copiosa lluvia mojaba a todos.
Reunión con Fídel Castro
El exmandatario cubano Fidel Castro ha pedido al Papa Benedicto XVI que le recomendara un libro para citarlo en un futuro artículo de las ‘Reflexiones’, durante un «encuentro sereno y cordial» que sostuvieron este miércoles en La Habana después de la multitudinaria misa que ofició el Sumo Pontífice en la Plaza de la Revolución.
El encuentro, que comenzó a las 12.30, hora local, se celebró en la sede de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en La Habana y se prolongó durante media hora, ha informado el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.
Castro fue recibido en la Nunciatura por el cardenal Bertone, secretario de Estado del Vaticano, quien comentó que el exmandatario estaba deseando la beatificación de Juan Pablo II y la Madre Teresa, especialmente el de la religiosa albanesa por su contribución en la isla.
Según Lombardi, encargado de explicar a la prensa el contenido de las conversaciones, Castro estuvo acompañado por su actual esposa Dalia, y más tarde se sumaron dos de sus hijos. «Ha sido un encuentro sereno y cordial», ha comentado.
En la reunión, el Papa ha manifestado su alegría por la hermosa acogida que ha recibido del pueblo cubano, mientras que Castro le ha comentado que ha seguido a través de la televisión los actos que ha realizado en Sumo Pontífice durante su visita a la isla.
Una de las anécdotas del encuentro es que ambos bromearon acerca de su avanzada edad, ya que Castro, de 85 años, es un año mayor que Benedicto XVI. «Sí, soy anciano pero puedo todavía realiza mi deber», ha expresado el Sumo Pontífice, quien conversó con el expresidente cubano gracias a la ayuda de un intérprete.
El Papa ha revelado a Lombardi que era Castro quien hacía las preguntas durante el encuentro, sin embargo, le desveló que desde que no está al frente del poder en Cuba dedica su vida al estudio y la reflexión. También le confesó que percibe que la liturgia actual es diferente a la que él conoció en su juventud y fue cuando entonces Benedicto XVI se detuvo para explicarle cuáles han sido los cambios que se han producido en este sentido.
Otro asunto que consultó Castro al Papa estuvo relacionado a la función del Santo Padre, a lo que Benedicto XVI respondió con algunos comentarios sobre sus viajes y trabajos al servicio de la Iglesia.
Asimismo, Benedicto XVI y Castro hablaron sobre las dificultades actuales que debe afrontar la humanidad y cómo la ciencia no ha sido capaz de resolver cuestiones relevantes como la problemática ecológica, cultural o la manera cómo las distintas religiones enfrentan los problemas.
El Santo Padre pudo entonces explicar cómo ha podido enfrentar estos asuntos graves con la realidad de una sociedad en la que Dios se ha quedado al margen de la vida cotidiana. En esa línea, Benedicto XVI habló de la relación entre fe y razón, libertad y responsabilidad.
Aunque el encuentro podía haberse extendido más tiempo, anteriormente se había convenido que duraría media hora. Fidel ha pedido al Papa que le recomendara algún libro para la reflexión que está llevando a cabo. Más tarde, Lombardi preguntó al Santo Padre qué libro le iba a recomendar, pero el Papa aclaró que todavía no lo había decidido.
Estrella Digital/EP