El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha afirmado este martes en una entrevista concedida al fundador de Wikileaks, Julian Assange, que su partido contactó con los grupos de oposición siria para que iniciaran un diálogo con el Gobierno de Bashar al Assad, pero que éstos se negaron.
Esta entrevista ha supuesto el estreno del programa de Assange ‘El mundo mañana’, emitido a través de la cadena de televisión rusa RT y basado en entrevistas realizadas durante su periodo de detención administrativa en su vivienda, donde permanece a la espera de que se presenten cargos contra él.
En la misma, Nasralá ha apuntado que «desde el comienzo de los eventos (en Siria) Hezbolá habló con el régimen sirio como amigos, dando recomendaciones sobre la importancia de llevar a cabo reformas». «Personalmente, encontré a Al Assad dispuesto a hacer reformas importantes y radicales», ha agregado.
«Sin embargo, la oposición no está preparada para el diálogo ni para aceptar reformas. Todo lo que quiere es acabar con el régimen, y esto es un problema», ha valorado Nasralá.
En este sentido, ha reiterado que Hezbolá apoya la vía del diálogo para conseguir una solución a la crisis siria, ya que la otra opción «implicaría una guerra civil, que es lo que Estados Unidos e Israel quieren para Siria».
Nasralá ha sido muy crítico con el proceso iniciado para conseguir este diálogo y ha dicho que se han impuesto plazos muy cortos para permitir al Gobierno sirio mostrar su voluntad de cambio. «Los estados árabes tienen décadas de diálogo con Israel, pero no tienen dos meses para intentar alcanzar una solución política en Siria», ha manifestado.
Asimismo, ha subrayado que Hezbolá es «un amigo de Siria, pero no un agente de Siria», y ha apuntado que las informaciones que apuntan en ese sentido pretenden desacreditar al grupo. Nasralá ha justificado esta cercanía en base al apoyo de Siria a la resistencia palestina y a la resistencia en Líbano, aunque ha recordado que «hubo tiempos en los que hubo problemas entre nosotros, en que las relaciones no fueron buenas».
Debido a su cercanía con Damasco, Nasralá se ha mostrado dispuesto a servir de canal de comunicación entre el Ejecutivo y la oposición. «Cualquier grupo que quiera hablar con el Gobierno sirio y considere que somos un medio para hacerlo, estaremos contentos de hacerlo, pero pedimos a otros que creen las condiciones para establecer una solución», ha indicado.
Por otra parte, ha indicado que el Gobierno sirio tiene una serie de ‘líneas rojas’ en la actual situación, aunque no las ha especificado, pero ha dicho que la cuestión es complicada, «ya que hay combates y, cuando una parte para, la otra aprovecha para avanzar». Además, ha recalcado que «hay grupos armados que han asesinado a muchísimos civiles» y ha denunciado que la organización terrorista Al Qaeda «quiere convertir el territorio sirio en un campo de batalla».
Conflicto árabe-israelí
En otro orden de cosas, Nasralá ha reiterado que Israel «es y será un Estado ilegal», ya que «fue establecido en base a la ocupación de la tierra de otros, usurpando y controlando por la fuerza la tierra de otros, cometiendo masacres contra la población palestina, que fue expulsada, y contra musulmanes y cristianos».
«Si yo ocupo tu casa por la fuerza eso no significa que se convierta en mía, aunque pasen 50 o cien años, por el hecho de que yo soy más fuerte que tú. Eso no legaliza mi acto. Puede ser ideología, pero no es legal», ha señalado.
En cuanto a la solución, Nasralá ha abogado por la creación «de un único Estado democrático en la tierra de Palestina en la que musulmanes, judíos y cristianos puedan vivir en paz». «Esta es la propuesta de Hezbolá, pero Estados Unidos no quiere que se escuche», ha aseverado.
En este sentido, ha criticado la existencia de una campaña mediática contra Hezbolá para desacreditar el movimiento. «Incluso nos acusan de ser una mafia, de llevar a cabo operaciones de narcotráfico, cuando eso es algo que en nuestra religión y moralidad está prohibido y contra lo que luchamos. Dicen muchas cosas que son mentira», ha puntualizado.
Assange ha preguntado a Nasralá sobre las informaciones existentes acerca de ataques del grupo contra poblaciones civiles israelíes, algo que el líder de Hezbolá ha confirmado, aunque ha dicho que «fue en respuesta a ataques israelíes contra civiles libaneses».
«Hezbolá no quiere matar a nadie», ha indicado. «Desde el año 1948 cuando se creó el Estado de Israel en las tierras de Palestina, Israel ha estado bombardeando zonas civiles en Líbano. Tras diez años de resistencia, empezamos a reaccionar, pero únicamente para evitar que Israel deje de atacar a nuestros civiles», ha reseñado.
«En 1993 hubo un entendimiento indirecto entre la resistencia e Israel, que fue reafirmado en 1996. El mismo claro que ambas partes no atacarían a civiles», ha dicho. «Si ellos no atacan nuestras ciudades, no tenemos nada que hacer nada contra sus civiles. Fue una táctica de disuasión para evitar que Israel asesinara civiles libaneses», ha apostillado.