«Aquí no expropiamos», ha dicho el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ante un grupo de inversores, en medio de la polémica que se ha desatado sobre la seguridad jurídica de la región tras la decisión de Argentina de nacionalizar YPF.
«Aquí lo que queremos es que ustedes sientan que hay reglas estables de juego, que no vamos a cambiar esas reglas, que aquí no vamos a expropiar. Aquí no expropiamos», ha aseverado Santos durante el foro ‘Invertir en Colombia’, celebrado este miércoles en Bogotá.
En este sentido, ha explicado que Colombia es un Estado de Derecho «que hace todo lo humanamente posible para que se respeten las reglas del juego». «Ese es el mejor atractivo para cualquier inversor», ha apuntado, según el Sistema de Información del Gobierno (SIG).
Como contrapartida, ha indicado, lo único que exige Colombia a los inversores es responsabilidad social y ambiental. «Cuando vienen los inversores yo les digo: ‘Bienvenidos, ustedes son nuestros socios, si a ustedes les va bien a nosotros nos va bien», ha subrayado.
Santos ha sostenido que para Colombia la inversión es fundamental porque todavía queda mucho por hacer, sobre todo en materia de infraestructuras, por lo que en la próxima década el país tiene previsto invertir 100.000 millones de dólares (76.223 millones de euros) en este campo.
El presidente colombiano ha realizado estas declaraciones en el marco de la polémica que se ha desatado por la seguridad jurídica que ofrece América Latina a sus inversores, después de que su homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner, decidiera expropiar YPF a Repsol.
Otros presidentes de la región –el chileno, Sebastián Piñera; el mexicano, Felipe Calderón; y el boliviano, Evo Morales– se han manifestado en la misma línea, mientras que el venezolano, Hugo Chávez, y el uruguayo, José Mujica, han sido los únicos en respaldar la decisión de Argentina.
Fuera de América Latina, la nacionalización de YPF también ha merecido las críticas de Estados Unidos, la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), al considerar que el comportamiento de Argentina perjudicará a toda la región.
Estrella Digital/EP