Mucho más tranquilo y calmado que en anteriores intervenciones, Nicolas Sarkozy se ha dirigido a sus militantes en la sede de la UMP, y ha asumido su derrota.
Entre los aplausos interminables de los asistentes, el líder conservador ha conseguido pronunciar sus primeras palabras tras conocer los resultados de su derrota: “Los Franceses han elegido”.
Con voz templada ha reconocido ante los suyos que ha llamado a su adversario para “felicitarle” pero ha aprovechado para recordarle que “será difícil” gestionar la política debido a la situación económica, y ha afirmado que aun así, desea “lo mejor para Francia, es nuestro país, es nuestra patria”.
Rendido ante sus simpatizantes, Sarkozy, que a lo largo de toda su intervención le han interrumpido para demostrarle su apoyo con gritos de “gracias, gracias, gracias”, ha repetido en varias ocasiones que es necesario asumir la derrota y que “François Hollande debe ser respetado”. Ha insistido en la importancia de mantener las formas y ha reclamado a los asistentes que mantengan la calma porque en estos momentos no deben “dar mal ejemplo”.
Con marcado patriotismo , Sarkozy, ha manifestado su cariño por su país y ha declarado que se va con un “amor a Francia más grande si es posible”.
Aun así, entre tanto clamor y aplausos, también se ha acordado de sus adversarios y a pesar de reconocer que para él ha sido una “campaña inolvidable” ha denunciado que han existido “fuerzas que se han unido en nuestra contra”. Palabras duras que los asistentes han recibido con gritos de apoyo y aplausos eufóricos.
Ha sido una intervención breve y patriótica, en la que ha exhibido su agradecimiento a sus votantes en la que ha anunciado que no será candidato en junio, lo que se puede entender como su anunciada decisión de abandonar la política si era derrotado. Y así ha sido.