Al Qaeda ha reivindicado el atentado suicida perpetrado durante el ensayo de una parada militar en pleno centro de Saná, en el cual, según fuentes locales, pudieron haber muerto cerca de un centenar de personas, según informaron las cadenas de televisión BBC y Al Yazira. Se trata del atentado más grave perpetrado en la capital desde la llegada al poder del presidente Abd Rabbu Mansur Hadi, el pasado mes de febrero.
Según la corresponsal en Saná de la cadena de televisión qatarí, Jane Ferguson, fuentes locales «han informado de 96 muertos y de muchos más heridos». «Hay peticiones de donaciones de sangre y el balance de muertos puede ser mayor», agregó.
Fuentes policiales citadas por Reuters han dado un balance de 63 militares muertos. El autor del atentado, que al parecer iba vestido con uniforme del Ejército de Yemen, detonó un cinturón cargado de explosivos cuando se encontraba entre un grupo de soldados en la plaza Al Sabin, cerca del Palacio Presidencial, un lugar habitual para las grandes paradas militares, según informó el corresponsal de la BBC, Frank Gardner.
Se desconoce si el terrorista estaba participando en el ensayo o si se había acercado a los militares poco antes de activar la bomba. Fuentes de seguridad citadas por el diario digital ‘Yemen Post’ indicaron que el atentado fue perpetrado en el momento en que cientos de soldados ensayaban la parada militar en el Cuartel General Central de la Seguridad.
Tanto el ministro de Defensa, Nasser Ahmed, como el jefe del Estado Mayor del Ejército estaban presentes durante el ensayo, pero ninguno de ellos resultó herido, según fuentes militares.
La parada está inicialmente prevista para mañana martes, con motivo de la conmemoración del Día Nacional de Yemen (que recuerda la unificación, en 1990, entre la República Democrática Popular de Yemen, más conocida como Yemen del Sur, y la República Árabe de Yemen, Yemen del Norte), y se espera la presencia del presidente Hadi.
Ofensiva en el sur
El atentado de este lunes coincide con la ofensiva que desde hace diez días lleva a cabo el Ejército, con apoyo de Estados Unidos, contra las milicias vinculadas a Al Qaeda en la Península Islámica, que han aprovechado la inestabilidad política que vive el país desde principios de 2011 -que concluyó con la caída del expresidente Alí Abdulá Salé- para ganar terreno en el sur.
No obstante, el atentado de este lunes supone una importante novedad en el país. Pese a la extensión de la violencia en otras regiones de Yemen, sobre todo en la provincia de Abyan (sur), la situación ha permanecido relativamente tranquila en Saná desde el derrocamiento de Salé.
Estrella Digital/EP