La mayoría de los miembros de organizaciones sindicales en Estados Unidos apoya al presidente Barack Obama, un respaldo de dudoso peso electoral en un país donde los agremiados son una minoría de los trabajadores, según una encuesta publicada hoy por la firma Gallup.
La empresa encuestó entre el 11 de abril y el 11 de junio a 13.376 votantes registrados y con empleo en todo el país, y el sondeo de opinión admite un margen de error de menos o más un punto porcentual.
A falta de menos de cinco meses para los comicios presidenciales, que tendrán lugar el 6 de noviembre, el 57 % de los miembros de sindicatos apoya la reelección de Obama frente a un 35 % que simpatiza con el candidato republicano oficioso -solo falta su nominación oficial en la Convención de Florida, en agosto-, el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
Entre los encuestados que no son miembros de sindicatos, el respaldo para Obama baja al 44 % y las simpatías por Romney suben al 48 %, según Gallup.
En Estados Unidos, tras décadas de políticas antisindicales y erosión de la base industrial del país, aproximadamente el 12 % de los trabajadores está afiliado a sindicatos. En el sector privado la afiliación baja al 7 %.
La importancia electoral del respaldo de los sindicatos es escasa y decreciente, si se cuenta el número de votantes sindicales, pero la capacidad de movilización y propaganda que todavía tienen los sindicatos es relevante al aproximarse la fecha de las elecciones.
La encuesta mostró que entre los empleados públicos afiliados a sindicatos el respaldo para Obama llega al 59 % y para Romney al 34 %; en tanto que entre los que no son miembros de gremios el respaldo para Obama baja al 48 % y para Romney sube al 44 %.
Entre los empleados del sector privado que son miembros de sindicatos, el 56 % apoya a Obama comparado con el 36 % que muestra simpatías por Romney.
Y en el sector privado, el 49 % de los trabajadores no afiliados a sindicatos simpatiza con el político republicano y solo el 43 % apoya a Obama.