Los ministros de Economía de la eurozona prevén lanzar en la reunión que celebran el 21 de junio en Luxemburgo las negociaciones con el nuevo Gobierno de coalición griego para ajustar el plan de recortes exigido a Atenas a cambio del segundo rescate, según ha dicho este martes un alto funcionario del Eurogrupo.
Los ajustes son imprescindibles porque debido a la celebración de elecciones ha habido «retrasos significativos» en la puesta en marcha de las reformas comprometidas. «Se puede cambiar, si no sería estúpido, siempre es necesario adaptarlo», ha explicado. Estas adaptaciones, ha proseguido, ya se han hecho anteriormente con el programa griego y también con los de Portugal o Irlanda.
Sin embargo, la renegociación no significa que el Eurogrupo vaya a aceptar dar más tiempo a Grecia para corregir su déficit, tal y como probablemente pedirá el nuevo Gobierno. Las fuentes consultadas prevén que varios Estados miembros se opongan a esta idea, tal y como ya ha anunciado la canciller alemana, Angela Merkel.
Cualquier ajuste deberá mantener los grandes objetivos del programa griego. En primer lugar, la necesidad de situar la deuda en una senda descendente hasta lograr el 120% del PIB en 2020. En segundo lugar, proseguir con las reformas estructurales para aumentar la competitividad de la economía helena.
No obstante, los medios para lograr estos objetivos podrían modificarse. Por ejemplo, si el nuevo Gobierno pide anular un aumento de impuestos y sustituirlo por una disminución de gastos con un resultado neutro desde el punto de vista presupuestario, el Eurogrupo estaría dispuesto a aceptarlo.
Una vez concluidas las negociaciones, que serán conducidas por la ‘troika’ -formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional-, se firmará un nuevo memorando con los cambios acordados.
El objetivo es concluir el nuevo memorando «lo antes posible», pero dada la complejidad de las negociaciones, ello «no se logrará en dos semanas» sino que sólo podrá concluirse «durante el verano».