El primer ministro británico, David Cameron, ha dicho este martes que Reino Unido podría limitar la entrada de inmigrantes procedentes de Grecia y de otros países de la zona euro afectados por la crisis de deuda si se da una situación de «tensión extraordinaria».
«La postura legal es que si hay una tensión extraordinaria, es posible emprender acciones para limitar los flujos migratorios, pero, obviamente, esperamos que eso no ocurra», ha declarado ante una comisión parlamentaria. Las normas de la Unión Europea permiten que los ciudadanos comunitarios residan y trabajen en cualquier país miembro.
«Yo estaría dispuesto a hacer lo que sea necesario para que nuestro país siga siendo seguro, para que nuestro sistema bancario siga siendo fuerte, para que nuestra economía siga siendo sólida», ha añadido.
Cameron ha indicado que una mayor integración bancaria en la UE –una respuesta que probablemente podrían dar a la crisis los 17 Estados de la zona euro– no tendría por qué implicar grandes cambios para Reino Unido si se aplican las salvaguardas adecuadas.
En Reino Unido existe el temor de que la unión bancaria y fiscal acordada por los países de la eurozona pueda modificar ciertas normas y eso afecte a Londres, el mayor centro financiero de Europa y del que el Estado británico obtiene gran parte de sus ingresos.
El primer ministro británico quiere recibir garantías de que esa unión bancaria no utilizará su influencia para imponer a su país decisiones con las que no está de acuerdo.
«Si los 17 países de la zona euro crean para ellos una unión bancaria –algo que, sinceramente, creo que necesitan– y si conseguimos las garantías adecuadas, no supondrá un cambio fundamental para nosotros», ha manifestado.