El capitán del crucero Costa Concordia que naufragó el pasado 13 de enero en Italia, Francesco Schettino, ha reconocido en una entrevista que durante el impacto estaba distraído. Ha reconocido su responsabilidad en el accidente y ha dicho que es normal que tenga que pedir perdón: «Cuando hay un accidente, no es solo el barco o la compañía los que son identificados. El capitán es identificado, y por ello es normal que pida perdón como representante de este sistema».
En la entrevista concedida a la televisión privada Canale 5 de Italia ha explicado que en el momento del accidente otro oficial estaba al frente del barco: «En ese momento, fui a cubierta y ordené que el barco fuera puesto bajo navegación manual, es decir, que era otro oficial el que estaba a cargo de la navegación del barco». Aun así, reconoce que estaba distraído
El capitán asegura que ha pensado constantemente en las víctimas del desastre: «Mis condolencias, mi afecto más sincero va a las personas que desafortunadamente ya no están. El daño económico seguramente existe, los daños son por las pérdidas, por las personas que han resultado afectadas en sus afectos y al final, seguramente, por la empresa y el capitán del barco».
Schettino se enfrenta a una serie de cargos, entre ellos, homicidio múltiple y abandonar el crucero antes de completar la evacuación de todos los pasajeros y tripulación. En marzo se celebró una vista que contó con la asistencia de los demandantes, sus abogados, las víctimas y sus familiares.
Bea Ruiz Aranda