El tribunal Jamóvniki de Moscú dicta hoy sentencia en el juicio a tres integrantes del grupo punk Pussy Riot acusadas de «gamberrismo motivado por odio religioso» por cantar en una catedral ortodoxa contra el presidente ruso, Vladímir Putin.
Los fiscales han solicitado una pena de tres años de privación del libertad para Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, en prisión preventiva desde marzo.
Las acusadas se declararan inocentes del delito que se les imputa, que el código penal castiga con hasta siete años de prisión, y denuncian que la persecución judicial con ellas es por motivos políticos.
Amnistía Internacional y varias organizaciones rusas de defensa de los derechos humanos consideran que integrantes del grupo punk ruso son presas políticas.
La sentencia será dictada a las 15.00 hora de Moscú (11.00 GMT), pero ya a primera hora de la mañana la policía estableció un gran dispositivo de seguridad junto al tribunal.
Organizaciones opositoras y destacados artistas e intelectuales rusos hicieron un llamamiento a los ciudadanos a congregarse junto al tribunal para manifestar su solidaridad con las Pussy Riot.
La prensa rusa destaca que la magistrada que vio la causa, Marina Sýrova, en los últimos cuatro años ha emitido una sola sentencia absolutoria en los 178 juicios que ha presidido.
Las Pussy Riot se dieron a conocer en toda Rusia el 21 de febrero pasado cuando cinco de sus integrantes irrumpieron encapuchadas en una zona restringida del altar de la catedral de Cristo Redentor, el principal templo ortodoxo del país,
Una vez allí, las mujeres se desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.
«Madre de Dios, echa a Putin», decía la canción, en la que se acusaba al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el presidente de Rusia y no en Dios.
Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas días después: las otras dos participantes en la acción no pudieron ser identificadas.
Samutsévich ha declarado que si en la catedral hubieran cantado «Madre de Dios, protege a Putin» en vez de «Madre de Dios, echa a Putin» no habrían sido enjuiciadas.
El juicio a las Pussy Riot ha levantado una campaña internacional en favor de su libertad a la que se han sumado figuras del mundo musical de la talla de Paul McCartney, Sting, Madonna, Björk y bandas como Red Hot Chili Peppers.
Según una encuesta del Centro Levada, un 65 por ciento de los rusos abogan por la inmediata puesta en libertad de las mujeres, mientras un 26 por ciento pide que sean condenadas a penas de prisión.
Estrella Digital/EFE