viernes, octubre 11, 2024
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Los últimos días del hombre fuerte venezolano

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Circulan rumores en Venezuela de que Hugo Chávez se encuentra en su lecho de muerte — combatiendo una infección respiratoria en un ala oncológica de La Habana contraída, según declaración oficial, tras su cuarta intervención quirúrgica. Fidel Castro ha alimentado los rumores de una muerte inminente con una carta abierta enviada al Vicepresidente venezolano Nicolás Maduro.

Tiene un tono funerario.

Remitida por Castro el día de Año Nuevo, la misiva de 350 palabras también fue publicada en el Granma, el medio oficial del Comité Central del Partido Comunista cubano. En ella, el mentor de Chávez a lo largo de los años recuerda su primer encuentro en La Habana con el hombre fuerte de Venezuela en 1994; esto no sucedió mucho después de que Chávez, entonces un acomodado paracaidista del ejército, fuera puesto en libertad tras un golpe militar abortado en 1992. Castro habla de sus luchas revolucionarias con Chávez y lo revelador es que detalla que «con independencia de lo dolorosa de la ausencia de Chávez, todos vais a ser capaces de continuar su labor». Cuba viene siendo receptor de la generosidad económica y del petróleo de Venezuela; tiene múltiples agentes dentro de Venezuela ayudando al servicio de seguridad de Chávez.

Cuba viene siendo receptor de la generosidad económica y del petróleo de Venezuela

La intencionalidad del escrito, dice Castro desde el principio, es conmemorar el octavo aniversario de la Alianza Bolivariana por las Américas, el bloque económico y político de ocho miembros actualmente que incluye a países de Latinoamérica y el Caribe. Alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas, fue ocurrencia de Chávez para replicar a la presencia norteamericana en la región.

Con respecto a los vínculos estrechos entre Cuba y Venezuela, Castro menciona el desastre de 1999 — y que hubo médicos y enfermeros cubanos enviados en su ayuda. «Nuestra cooperación médica con Venezuela comenzó como resultado de la tragedia de Vargas, en la que miles de personas perdieron la vida como consecuencia del estado de abandono y la falta de previsión sufridas por la población más pobre de este estado».

Es por supuesto una versión inventada de lo sucedido a lo largo de la costa del estado de Vargas, a 30 kilómetros al norte de Caracas. Oculta por completo la verdad: la torpe cúpula de Chávez y sus ambiciones políticas propiciaron la muerte de más de 30.000 venezolanos en un corrimiento de tierras. La mayoría de las víctimas eran pobres.

Aunque fuera de Venezuela no se habló del asunto, Chávez y sus asesores ignoraron las lluvias inusualmente copiosas (y la probabilidad de inundaciones y corrimientos de tierra) porque estaban decididos a seguir adelante con un referendo nacional el 15 de diciembre imprescindible para la adopción de una constitución nueva. La constitución era la piedra angular de la consolidación del poder de Chávez — que le permitiría llenar el Tribunal Supremo de sus compinches políticos.

Chávez asentó sus credenciales antiamericanas a través del desastre de Vargas

A pesar de las lluvias torrenciales, Chávez instó a los venezolanos a acudir a las urnas. Con independencia de que en los estados vecinos se estaban declarando situaciones de emergencia y organizando evacuaciones, hasta por el gobernador del estado de Miranda Enrique Mendoza, rival de Chávez y con reputación de buena administración pública.

Curiosamente fue a través del desastre de Vargas que Chávez asentó sus credenciales antiamericanas, alejando a las embarcaciones norteamericanas que dentro de la ayuda internacional, viajaban hacia Venezuela llenas de ingenieros militares, médicos y equipo humanitario. Las naves habían sido solicitadas para el paripé por altos mandos del gobierno de Chávez. 10 años más tarde, los residentes de Vargas siguen denunciando amargamente la inadecuada respuesta venezolana a un desastre natural. Vargas sigue siendo un caos.

Aunque Chávez alejó las naves norteamericanas, Estados Unidos jugó sin embargo un papel significativo a la hora de ayudar a Venezuela — como los venezolanos vieron de primera mano cuando helicópteros Blackhawk del ejército estadounidense se dedicaban a realizar vuelos de rescate. Pero los funcionarios de Chávez se dedicaron a minimizar la ayuda norteamericana, como relaté en mi crónica para el Washington Times, periódico del que por entonces era corresponsal en Caracas.

¿Cuánto tiempo más vivirá Chávez? El gobierno venezolano ha dispensado a su cáncer el trato de secreto de estado, difundiendo contados detalles. Pero la poca información que ha circulado sugiere a los especialistas en oncología que (a la luz de las cuatro intervenciones en la zona pélvica, el tratamiento radiológico y la quimioterapia) Chávez estaría sufriendo un sarcoma. «Los pacientes que sufren tumores agresivos e incurables viven de uno a tres años. Si Chávez sufría una forma avanzada de sarcoma cuando fue diagnosticado, ahora mismo se encontraría en el término medio de ese abanico», destaca el Wall Street Journal en el editorial «Esperanzas de Chávez escasas, según médicos».

El centro oncológico de La Habana «no está considerado entre los centros de tratamiento del sarcoma más punteros del mundo

Y en una observación que sorprenderá al cineasta de extrema izquierda Michael Moore, la insistencia de Chávez en recibir tratamiento en Cuba habría sido un error catastrófico: el centro oncológico de La Habana, después de todo, «no está considerado precisamente entre los centros oncológicos o de tratamiento del sarcoma más punteros del mundo, los más punteros de los cuales se encuentran en Estados Unidos, Israel y Europa, según los médicos».

El Vicepresidente Nicolás Maduro, títere de Chávez, es un conductor de autobuses metido a líder sindical antes de reconvertirse a la extrema izquierda. Carece por completo del carisma de Chávez y de cualquier conexión con la mayoría pobre venezolana. Aun así ciertos observadores políticos le consideran más práctico y flexible que Chávez — alguien menos inclinado, en otras palabras, a anteponer la ideología ultraizquierdista y el odio antiamericano al bienestar de la población de Venezuela que, gracias a Chávez, soporta niveles nunca vistos de corrupción, delincuencia y escasez de alimentos de primera necesidad.

Tanto si Chávez fallece como si abandona el poder, en 30 días se celebran presidenciales. Incluso si gana el candidato de la oposición, Venezuela no superará 14 años de Hugo Chávez de la noche a la mañana.

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