La fecha de inicio del Cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI se conocerá la próxima semana, después que este lunes 4 de marzo comiencen a reunirse, a partir de las 9.30 horas, las congregaciones generales.
El decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, ha remitido el aviso a los miembros del colegio, que actualmente son 208, y que señala que el primer día se realizará la primera Congregación General el lunes a las 9,30 en el Aula Pablo VI en la Sala del Sínodo de los Obispos y que está prevista, asimismo, una segunda Congregación General por la tarde, a las 17,00, en el mismo lugar.
En todo caso, el Vaticano da por seguro que la fecha no se fijará el lunes sino en días posteriores, dado que los cardenales tienen que analizar múltiples aspectos y estarán a la espera de que todos los cardenales electores (menores de 80 años) lleguen a Roma.
Durante este periodo de Sede Vacante, la Iglesia Universal se queda sin cabeza visible y serán el camarlengo, el cardenal Tarcisio Bertone y el Colegio de Cardenales los que se encarguen del gobierno del Vaticano.
Así, los cardenales podrán encargarse del despacho de los asuntos ordinarios o los inaplazables, así como de la preparación de lo necesario para la elección del nuevo Pontífice. Concretamente, se formarán dos clases de congregaciones, una general, formada por todo el Colegio, que se encargará de los asuntos más importantes, y otra particular integrada por el camarlengo, que es Tarcisio Bertone, y por tres cardenales extraídos por sorteo, que se ocupará de los asuntos ordinarios, según precisa la Constitución Apostólica ‘Universi Domini Gregis’.
En las primeras congregaciones todos los cardenales deberán prestar juramento de observar las disposiciones contenidas en la Constitución Apostólica y de guardar el secreto. «Prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la Constitución apostólica Universi Domini Gregis del Supo Pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice», leerá Sodano delante de todos los cardenales. A continuación, cada purpurado dirá: «Yo prometo, me obligo y juro» poniendo la mano sobre los Evangelios.
En una de las Congregaciones inmediatamente posteriores, los cardenales deberán decidir, entre otros asuntos, el sorteo de las habitaciones en la Domus Sanctae Marthae, la preparación de la Capilla Sixtina, confiar a dos eclesiásticos de clara doctrina el encargo de predicar a los cardenales dos ponderadas meditaciones sobre los problemas de la Iglesia en este momento, cuidar que sea anulado el anillo del Pescador y fijar el día y la hora del comienzo de las operaciones de voto.
De este modo, el Cónclave comenzará en la fecha establecida por los cardenales, que se alojarán en la Domus Sanctae Marthae que permanecerá cerrada al igual que la Capilla Sixtina. Durante este tiempo, los electores no podrán mantener correspondencia epistolar, telefónica o por otros medios como las redes sociales.
El derecho a elegir al Romano Pontífice corresponde únicamente a los cardenales electores, es decir, aquellos que antes del día en que la Sede quede vacante no hayan cumplido los 80 años. Además, el número de cardenales no podrá superar en ningún caso los 120. Concretamente, en el Cónclave de 2013 habrá 115 cardenales, de los cuales más de la mitad han sido nombrados por el Papa emérito Benedicto XVI.