El asesino de la escuela de primaria de Newtown (Connecticut), Adam Lanza, tenía en su casa todo un arsenal de armas, abundante munición, cuchillos, una bayoneta y tres espadas japonesas, según los documentos judiciales publicados este jueves. El pasado 14 de diciembre Lanza mató a 20 niños, seis adultos, todos ellos trabajadores de la Escuela de Primaria Sandy Hook, antes de suicidarse. La masacre ha reabierto el debate sobre el control de armas en Estados Unidos, ya que el agresor contaba con fusiles de asalto y cargadores de gran capacidad.
Ahora las cuatro órdenes de registro emitidas tras el incidente, publicadas aunque con algunos datos eliminados, revelan que Lanza ejecutó la masacre en menos de cinco minutos, según ha explicado el fiscal de Danbury Stephen Sedensky. Lanza asesinó a las 26 víctimas con un fusil de asalto Bushmaster calibre .223 y después se quitó la vida con una pistola Glock de 10mm. Además, ha indicado Sedensky, tenía una segunda pistola cargada y tres cargadores más de 30 balas cada uno.
También se sabe ahora que Lanza llevaba un chaleco antibalas cuando fue hallado su cadáver, junto al que estaba el fusil de repetición Bushmaster con un cargador para 30 disparos. Aún había dentro del cargador 14 balas, más otra en la recámara. En el registro del coche de Lanza, que quedó aparcado junto a la escuela, se halló una pistola cargada en la guantera y dos cargadores de 70 balas cada uno para una pistola Winchester de 12 tiros.
Durante el registro de la vivienda de Lanza los agentes hallaron un armario para armas en el que había abundante munición, libros sobre manejo de armas y el carné de socio de la Asociación Nacional del Rifle. «Estaba abierto y no había indicios de que hubiera sido forzado», ha explicado Sedensky en referencia al armero.
Lanza acabó con la vida de su madre antes de dirigirse a la escuela de primaria y los documentos revelan que no se detectaron indicios de forcejeo en el lugar del crimen, la casa donde ambos vivían y donde la mujer, Nancy Lanza, murió tras ser tiroteada mientras dormía con un fusil de calibre 22, ha explicado Sedensky, según recogen los medios estadounidenses. El fiscal ha dado a conocer que el arma utilizada en la escuela fue adquirida al parecer por la madre de Lanza y desmiente así las informaciones publicadas por algunos medios que apuntaban a que al propio Lanza le fue denegada la venta de un arma poco antes de la matanza.
Las órdenes de registro fueron declaradas secretas durante un plazo de 90 días a petición de Sedensky, que ha pedido otros 90 días para la identidad de uno de los testigos presenciales y que se mantenga también en secreto durante este plazo algunos de los objetos hallados durante los registros de la casa de Lanza y de su coche, un Honda Civic negro.