Milicianos del islamista Frente Al Nusra han decapitado al imán jeque Hasán Saif Addien en la localidad de Jeque Maksud, en el norte de la provincia de Alepo, según informa el portal de noticias ‘Arabi Press’.
Tras el asesinato, los insurgentes colgaron la cabeza del religioso del alminar de la Mezquita de Al Hasán y huyeron antes de que las fuerzas gubernamentales hicieran acto de presencia, siempre según esta fuente, citada por la agencia de noticias china Xinhua.
El imán era conocido por sus sermones en los que apelaba a la unidad nacional y denunciaba una «gran conspiración» contra Siria, en referencia al apoyo internacional con el que cuentan los insurgentes.
Este no es el primer ataque contra los imanes afines al régimen del presidente Bashar al Assad. El pasado 21 de marzo fue asesinado un destacado religioso, Mohammad Saed Ramadan al Buti, fallecido en un atentado suicida en el que también murieron otras 50 personas y perpetrado dentro de la Mezquita de Al Eman de Damasco.
Mientras, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos –con sede en Londres pero con una amplia red de informantes en Siria– ha hecho público un balance provisional de fallecidos durante la jornada del viernes. El grupo contabiliza 170 muertos incluidos 83 civiles desarmados, 33 soldados, 30 milicianos insurgentes, 14 paramilitares progubernamentales, dos soldados desertores y diez milicianos insurgentes no identificados.