El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha advertido este martes de que el país norteamericano «hará todo lo que sea necesario para defender a sus aliados» frente a las «provocaciones» de Corea del Norte.
«Estados Unidos no permitirá que Corea del Norte sea una potencia nuclear y hará todo lo que sea necesario para protegerse y defenderse a sí mismo y a sus aliados», ha dicho, tras la reunión que ha mantenido con su homólogo surcoreano, Yun Byung Se, en Washington.
En concreto, ha señalado que si finalmente el régimen comunista reanuda las operaciones en todas sus instalaciones nucleares, tal y como ha anunciado hoy, violará sus obligaciones internacionales y «será un paso muy peligroso».
«En los últimos años hemos oído una extraordinaria cantidad de inaceptable retórica del Gobierno norcoreano. Su actitud es provocativa, peligrosa y temeraria», ha indicado, en la rueda de prensa conjunta.
Kerry ha subrayado que Washington y Seúl «están absolutamente centrados en conseguir una península coreana libre de armas nucleares» y ha apuntado a «una mejora de las relaciones Norte-Sur» como la mejor forma de conseguir este «objetivo común».
En este sentido, ha reiterado el llamamiento a las negociaciones del presidente estadounidense, Barack Obama, subrayando que la «retórica provocativa debe acabar». «Corea del Norte debe dejar claro que está preparada para tener discusiones serias sobre la desnuclearización de la península coreana», ha insistido.
En la misma línea, Yung ha sostenido que «Corea del Norte deber abandonar sus amenazas y su retórica nuclear» y ha instado a Naciones Unidas a aplicar las sanciones que el Consejo de Seguridad ha aprobado contra el régimen comunista.
«Estado de guerra»
Las dos Coreas se encuentran en «estado de guerra» desde el pasado sábado, cuando el régimen comunista anunció a través de un comunicado que a partir de ese momento todos los problemas que surjan en las relaciones bilaterales «serán abordados de esta forma».
Además, apeló a «una batalla final a vida o muerte» para terminar con «la historia de un largo enfrentamiento con Estados Unidos y dar comienzo a una nueva era». Anteriormente, había amenazado con atacar las bases militares del país norteamericano en Hawai, Guam y Japón.
Corea del Norte ha atribuido su decisión a las amenazas proferidas por Corea del Sur y Estados Unidos, con las que «han rebasado los límites», pasando de «la fase de la amenaza y el chantaje a la temeraria fase de guerra actual».
Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión regional, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y que ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.