El balance de víctimas del atentado ejecutado este miércoles contra un tribunal en el que estaban siendo juzgados varios detenidos talibán en Fará, en el oeste de Afganistán, ha aumentado a 53 muertos y 91 heridos, según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Entre los fallecidos hay 34 civiles, seis soldados y cuatro agentes de Policía, mientras que entre los heridos hay también varios jueces, tal y como ha señalado el portavoz del Ejecutivo regional, Abdur Rahman Zhwandai.
Se trata de uno de los ataques con más víctimas mortales registrados en el país centroasiático en los últimos meses. El ataque ha sido perpetrado por nueve milicianos armados que han entrado con chalecos cargados de explosivos en la oficina del gobernador de Fará, en la que se estaba celebrando un juicio contra combatientes talibán, ha agregado Zhwandai.
Los talibán han reivindicado la autoría de este atentado y su portavoz, Qari Yusuf Ahmadi, ha asegurado que los talibán que estaban siendo juzgados han sido liberados en el ataque. El ataque tenía como objetivo a los funcionarios, a los que los talibán ya habían amenazado para que no siguieran trabajando bajo las órdenes del Gobierno afgano.
Varios medios de comunicación afganos han informado de que el ataque ha comenzado con un atentado cometido por un terrorista suicida, que habría abierto paso así al resto del comando para asaltar la sede judicial.