Corea del Norte ha recomendado a los extranjeros que se encuentran en Corea del Sur que elaboren planes de evacuación para un escenario bélico, según ha informado este martes la agencia de noticias oficial del régimen comunista, KCNA.
«No deseamos herir a los extranjeros en Corea del Sur si hay una guerra», ha anunciado el Comité de Paz para Asia-Pacífico de Corea del Norte en un comunicado, del que ha dado cuenta la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Por ello, ha advertido, los ciudadanos extranjeros deben encontrar, cuanto antes, lugares que les sirvan de refugio o estudiar posibles planes de evacuación.
En las últimas semanas, el Gobierno de Kim Jong Un ha declarado el «estado de guerra» en la península coreana, y ha amenazado con convertir Seúl y Washington en un «mar de fuego» y con lanzar ataques nucleares preventivos contra sus enemigos, incluidas las bases militares que Estados Unidos posee en las islas de Hawai y Guam y en Japón.
En este sentido, ya ha notificado «formalmente» a la Casa Blanca que ha «ratificado» el posible lanzamiento de un ataque «sin compasión» contra objetivos estadounidenses, incluido un «ataque nuclear diversificado».
Además, el pasado miércoles anunció que prohibirá la entrada al complejo industrial de Kaesong –único ejemplo de cooperación intercoreana– a los trabajadores surcoreanos y que los que actualmente están allí deberán salir antes del 10 de abril.
El régimen comunista ha atribuido todas estas medidas a las amenazas proferidas por Corea del Sur y Estados Unidos, con las que «han rebasado los límites», pasando de «la fase de la amenaza y el chantaje a la temeraria fase de guerra actual».
Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión regional, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y que ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.