El Gobierno de Corea del Sur ha anunciado que Corea del Norte está detrás del ataque informático contra bancos, medios de comunicación y organizaciones sociales del país meridional, en el marco de la escalada de tensión entre Seúl y Pyongyang.
El pasado 20 de marzo un ataque informático dejó fuera de servicio las web de tres bancos –Jeju, Nonghyup y Shinhan– y tres televisiones –KBS, MBC y YTN–. Apenas cinco días después, otro ataque bloqueó las web de varias organizaciones antinorcoreanas.
«Los análisis técnicos han determinado que los métodos de ataque son similares a los utilizados por el Buró General de Reconocimiento de Corea del Norte, que ha liderado los ataques informáticos contra Corea del Sur», ha dicho el miembro del Ministerio de Ciencia, Lee Seung Won, en una rueda de prensa.
Lee ha detallado que el régimen comunista llevaba planeando el ciberataque desde junio de 2012. Al parecer, habría distribuido un «virus» accediendo a las redes surcoreanas desde al menos seis ordenadores distintos.
«Los ordenadores norcoreanos utilizaron en febrero las rutas de infiltración locales para poner a prueba las órdenes de ataque», ha dicho, por su parte, el jefe de la Agencia de Seguridad de Internet, Chun Kil Soo, en declaraciones a la agencia de noticias Yonhap.
No obstante, han reconocido que de las 1.590 veces que se accedió a las redes surcoreanas, solo 13 fueron desde el régimen comunista; que, de las 49 rutas de infiltración, solo 22 habían sido utilizadas en otras ocasiones por Pyongyang; y que, de los 76 «virus» distribuidos, solo 18 son obra de ‘hackers’ norcoreanos.
Inicialmente, las autoridades surcoreanas descartaron la autoría norcoreana –al menos de forma directa– porque algunos de los ciberataques de produjeron desde direcciones IP de China. No obstante, después corrigieron, indicando que esa IP pertenecía al banco Nonghyup.
Apenas una semana antes de los ciberataques, Corea del Norte acusó a sus «enemigos» –en alusión a Corea del Sur y Estados Unidos– de lanzar una serie de ataques informáticos en su contra, como parte de su estrategia para «suprimir» el régimen comunista.
Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión bilateral, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.