La reconocida periodista estadounidense Helen Thomas ha fallecido a los 92 años de edad tras una larga carrera en la que ha cubierto los mandatos de una decena de presidentes norteamericanos empañada por una jubilación forzada tras unas polémicas declaraciones tachadas de antisemitas.
La reportera, nacida en Kentucky en 1920, falleció en su apartamento tras una larga enfermedad, según informó el Club Gridiron, la histórica organización de periodistas de Washington.
A lo largo de sus 50 años de carrera, Thomas se granjeó el respeto y la admiración de sus compañeros al formular siempre incisivas preguntas. Con el tiempo, se convirtió en la periodista más importante de la Sala de Prensa de la Casa Blanca, y la primera en formular las cuestiones.
Organizaciones por los derechos de la mujer consideraron a Thomas una pionera en el periodismo desde el inicio de su carrera en la Casa Blanca en 1961, cuando el inquilino era John F. Kennedy.
A pesar del respeto que inspiraba, Thomas se vio obligada a abandonar su puesto de trabajo cuando declaró que «los judíos deberían marcharse de una puñetera vez de Palestina» en unos comentarios realizados de manera informal antes de un evento en la Casa Blanca, que fueron grabados en vídeo.
En el anuncio de su despedida, Thomas expresó sus más profundas disculpas por los comentarios, que no reflejaban en absoluto su «más profunda creencia» de que la paz llegará algún día a Oriente Próximo «cuando todas las partes» abracen «el respeto y la tolerancia mutuos».
Precisamente horas antes de su muerte, el secretario de Estado, John Kerry, anunciaba el reinicio de las conversaciones de paz israelo-palestinas tras más de tres años de bloqueo. «Espero que ese día (de la paz) llegue pronto», declaró Thomas en el cierre de su anuncio.