Las labores de rescate prosiguen en busca de más víctimas de esta explosión que provocó un incendio que quedó controlado horas después y que interrumpió las actividades en un puerto clave para la actividad petrolera del país.
La deflagración se produjo a las 10.30 horas del viernes (4.30 hora peninsular española) mientras un grupo de trabajadores intentaban reparar fugas en el oleoducto subterráneo de la compañía estatal Sinopec, de acuerdo con el Gobierno chino.
La explosión provocó un enorme socavón en una autopista y una fuga de petróleo en el puerto de Qingdao. Varios testigos afirmaron que la ciudad sufrió un apagón de unas dos horas después de la explosión.
Qingdao es uno de los mayores terminales de importación de crudo de China que abastece a dos importantes refinerías, Sinopec-Qingdao y Sinopec Qilu Petroquímicos, y a otras más pequeñas e independientes.
El oleoducto afectado conecta Huangdao con la ciudad de Weifang, ambas en la provincia de Shandong, en el este del país.