El ‘New York Times’ ha tenido acceso a un documento secreto de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) en el que el organismo esboza sus planes de futuro para adquirir datos «de cualquiera, cuando sea, donde sea» y abanderar una «nueva era de Inteligencia» antes de que saliera a la luz su polémico programa ilegal de escuchas y espionaje.
El texto, de cinco páginas y parte de la masiva filtración efectuada por el extécnico de la NSA Edward Snowden, no detalla qué clase de medidas concretas pensaba adoptar la agencia pero sí un marco de actuación fijado entre 2012 y 2016 especialmente enfocado en el ámbito comercial.
La NSA esperaba desencriptar las comunicaciones secretas ejerciendo su influencia sobre «el mercado mundial de codificación de datos» y haciendo uso de «espías humanos» y sus socios de inteligencia en otros países. La NSA también se proponía «revolucionar» el análisis de sus enormes colecciones de datos para «incrementar radicalmente su impacto operativo».
El memorándum «Sigint [Inteligencia de Señales] 2012-2016» también contempla solicitar a las autoridades judiciales estadounidenses más libertad de maniobra para poner en marcha «una red nacional de sensores capaces de interactuar entre sí para percibir, responder y alertarse entre ellos a gran velocidad».
Por ejemplo, la NSA habla de un programa llamado «Mapa del Tesoro» que permitiría «establecer un mapa interactivo y prácticamente a tiempo real de Internet» para observar la red «a vista de pájaro», según los documentos recogidos por el diario estadounidense.
En respuesta a la filtración de este documento, la NSA ha respondido que la estrategia «Sigint» está diseñada en torno a las capacidades actuales y futuras pero recordó, como ha hecho a la hora de contestar otras filtraciones, que su actuación necesita de una orden judicial.