domingo, noviembre 24, 2024
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«El país cambio aunque no lo quieran reconocer»

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reclamado este jueves una condena «conjunta» de la violencia durante el encuentro entre el Gobierno y algunos de los principales miembros de la oposición –pertenecientes a la Mesa de la Unidad (MUD)–, que se está llevando a cabo en el Palacio de Miraflores y que pretende convertirse en un punto de partida para atajar la crisis que vive el país y que ha dejado 39 muertos y centenares de heridos.

El mandatario venezolano ha instado a buscar «un modelo de coexistencia para que la democracia pueda fortalecerse y pueda ser el espacio donde vivan todos» los venezolanos. En este sentido, Maduro ha destacado las buenas intenciones del Ejecutivo al convocar este encuentro en el que participan once representantes de la MUD y otros once del 'bloque bolivariano'.

En este marco, que ha contado con la presencia del nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, como «testigo de buena fe» –designado por el Vaticano–, el presidente de Venezuela ha reclamado que se deje de usar la violencia «como estrategia política» y ha insistido en la importancia de que haya una «justicia justa», en casos donde haya heridos o fallecidos desde el pasado 12 de febrero, «para que haya paz».

Por su parte, el bloque opositor –encabezado por el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, y el líder opositor Henrique Capriles– ha presentado un proyecto de Ley de Amnistía para propiciar la liberación de los alcaldes opositores Enzo Scarano y Daniel Ceballos, del dirigente opositor Leopoldo López y de Iván Simonovis.

Esta ha sido una de las reclamaciones que han marcado el encuentro desde hace varios días. De hecho, el principal obstáculo a este diálogo es la firme oposición de algunos de los miembros de la MUD, como el partido político Voluntad Popular y la líder de Vente Venezuela María Corina Machado, a hablar con el Ejecutivo sin unas «condiciones mínimas», lo que les ha llevado a declinar la invitación a participar.

La liberación de los presos políticos, en la agenda

En cualquier caso, Aveledo ha insistido que la agenda de la oposición siempre ha estado enmarcada en la Constitución y añade que «siempre hablarán de la libertad de los presos políticos, de los estudiantes, de los manifestantes pacíficos y de los venezolanos cuya libertad esta restringida en razón de luchas cívicas y sociales».

El máximo dirigente de la MUD ha criticado el protagonismo de los miembros del Gobierno en la principal cadena nacional, a los que acusa de abusar de los espacios televisivos cuando hay situaciones excepcionales –como han sido los disturbios de los últimos meses–. En este punto, ha celebrado que este encuentro haya sido retransmitido en directo: «Es justo que el país oiga otra voz».

El dirigente ha incidido en las «divergencias» que existen con el Gobierno en torno a la manera de encarar la Comisión de la Verdad, pero ha asegurado que «no son ideas irreconciliables». «Es muy importante que país conozca plenamente la verdad, para que ningún venezolano sienta que la justicia es venganza porque no hay venganza en la justicia ni justicia en la venganza», ha apostillado.

Entre los diputados opositores más críticos también han destacado el coordinador general de Primero Justicia, Julio Borges, quien ha denunciado que la Asamblea Nacional «se ha convertido en un campo de concentración» y el presidente del partido social cristiano COPEI, Roberto Enríquez, que ha afirmado que el Gobierno de Maduro «tiene el deber de escuchar al pueblo y rectificar».

Capriles: «Estoy aquí porque Venezuela está muy mal»

Uno de los más esperados y también uno de los últimos en tomar la palabra –tras más de 4 horas y media de debate– ha sido el líder opositor y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, que ha justificado su presencia en el encuentro con el Gobierno aludiendo a la situación de extrema gravedad que atraviesa el país. «Estoy aquí porque Venezuela está muy mal», ha afirmado antes de arrancar su discurso.

Capriles ha asegurado que después de los comicios del 14 de abril el país cambió. «Quieran ustedes reconocerlo o no», ha espetado a los miembros del Gobierno presenten en la sala. De cualquier forma, ha insistido en que él no quiere ni «un golpe de Estado, ni un estallido social», aunque ha insistido en que «para pedir respeto primero hay que respetar».

El dirigente opositor había repetido en varias ocasiones que acudiría a la sede del Gobierno «a decir la verdad» y en medio de un debate tenso, ha advertido de que «o esto cambia, o esto revienta». Por ello, ha concluido que o se cede en posiciones intransigentes y se busca diálogo» o ese será el desenlace.

Por parte del Gobierno también participaron el canciller, Elías Jaua, y el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello. Este último ha denunciado que «siempre se le echa la culpa al Gobierno» y ha explicado que este es uno de los factores por los que «duda» de que el diálogo con la oposición pueda avanzar ante el país y ante el mundo, tal y como detalla el diario venezolano 'El Universal'.

Asimismo, ha lamentado que los llamados a la paz del presidente de Venezuela hayan sido «objeto de burla y rechazo» para miembros de la oposición, a quienes ha acusado –a algunos sectores– de estar «tocando a militares», dando a entender que estarían buscando propiciar un golpe de Estado contra Maduro.

Por otro lado, Jaua ha advertido de que el jefe de Estado «tiene que reconocer (a sus interlocutores) como actores políticos y sociales» y ha reconocido que se pueden abordar muchos temas de importancia para el país de forma «conjunta», pero ha añadido que «no tiene por qué pactar». «Reconozcamos que aquí hay dos modelos», ha aseverado.

Mensaje para el Papa Francisco a favor del diálogo

El Papa Francisco ha llamado a la reconciliación y ha animado a llevar a cabo un «diálogo sincero» entre el Gobierno de Nicolás Maduro y los portavoces de la oposición, a través de una carta que ha sido leída por el nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, al inicio de la reunión que se está llevando a cabo este jueves en el Palacio de Miraflores.

«A cada uno de ustedes deseo asegurarles, ante todo, mis oraciones para que el encuentro y el proceso que están iniciando produzca los frutos de reconciliación nacional y la paz», ha señalado el Pontífice, que ha insistido en que «la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país», en referencia a los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden.

«Renuevo mi afecto por todos los venezolanos, en particular por las víctimas de la violencia y su familia», ha señalado Bergoglio, que ha exhortado al Gobierno de Venezuela y a los sectores políticos del país a reconocerse por la vía del diálogo, en un mensaje que ha sido transmitido en directo a millones de venezolanos a través de la televisión pública.

En la misiva, el Papa ha reconocido su «preocupación» por lo que está ocurriendo en el país y ha dicho ser consciente de la «inquietud» que existe entre los ciudadanos, pero ha defendido que por medio del diálogo se podrá superar la «situación de conflicto y polarización que hiere a Venezuela». Por ello, ha instado a «respetar las diferencias» para alcanzar el bien común.

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