Grupos prorrusos han tomado la sede del Ministerio del Interior en la ciudad ucraniana de Donetsk y han salido a las calles para declarar la creación de una «República Popular» tras la dimisión del jefe de Policía regional, Kostiantin Pozhidayev, por las presiones de los simpatizantes prorrusos que exigen la independencia respecto de Ucrania.
«Ya no soy el jefe del departamento de Policía regional. He dimitido», ha anunciado Pozhidayev ante la población. «Ahora, informaré al ministro del Interior, Arsek Avakov, de mi decisión», ha añadido en comentarios recogidos por la agencia ucraniana Ukrinform.
Mientras tanto, ha seguido la manifestación en las calles de la localidad ucraniana. Los simpatizantes de Moscú han avanzado a gritos de «La Policía con el Pueblo» y «Rusia, Rusia», acompañados de algunas unidades antidisturbios, Berkut, que han manifestado su intención de respaldar a los manifestantes.
Los manifestantes han aprovechado para entregar octavillas en las que se declara la «República Popular de Donetsk», en línea con los sentimientos independentistas que han aflorado en el este del país, donde se concentra un importante sector prorruso, y en el que varios edificios gubernamentales se encuentran bajo control de los activistas afines a Moscú.
Tensión en Slaviansk
En la ciudad de Slaviansk, en el este de Ucrania, un grupo de individuos armados de la Milicia Voluntaria de Donbas (prorrusa) han tomado la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania.
Este mismo sábado un grupo de hombres armados se ha hecho con el control de un edificio de la Policía en Slaviansk y han repartido 400 pistolas y 20 fusiles automáticos entre los manifestantes afines concentrados en las inmediaciones.
«Los hombres, con uniforme de camuflaje, han tomado un departamento de la Policía en Slaviansk», ha escrito el ministro, quien advirtió de que «la respuesta será muy dura». «Existe una diferencia entre manifestantes y terroristas», ha añadido el ministro.
Esta incursión se suma a las sucedidas en las ciudades de Luhansk y Jarkiv, también en el este de Ucrania, donde manifestantes prorrusos se han hecho con el control de algunas sedes de gobierno.
El Gobierno ucraniano ha denunciado que Moscú está detrás de estas operaciones para desestabilizar el país, lo que Rusia niega tajantemente.
La Policía local ha confirmado la toma del edificio y ha aclarado que los manifestantes no han realizado demanda alguna. Sin embargo, no ha confirmado la identidad de los asaltantes.