El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha afirmado que el primer debate entre el Gobierno y la Mesa de la Unidad (MUD) en el Palacio de Miraflores fue «excelente» y ha felicitado a los miembros de la oposición por su presencia en el acto, pese a las «presiones de los sectores extremistas».
«El debate fue muy bueno, excelente, felicito a la oposición por haber decidido ir a ese diálogo, a ese debate», ha dicho el mandatario venezolano, que asegura que «todas las intervenciones fueron respetuosas», incluso aquellas que llegaron al final de las cerca de cinco horas de debate, cuando la situación se puso «tensa», según Maduro.
«Yo sigo llamando al diálogo, no es tiempo de los extremistas, y lo digo porque nosotros, los bolivarianos, chavistas, estamos claros de que está en nuestras manos la construcción del futuro en paz de nuestra patria», ha apostillado el jefe de Estado, durante un acto que ha tenido lugar este viernes en Caracas.
En este sentido, Maduro ha señalado que «uno puede aprender hasta del peor adversario si lo ve con sentido de humanidad» y ha insistido en la necesidad de que las minorías «aprendan a respetar el curso de la historia» y que las mayorías «respeten a las minorías con una visión incluyente», según detalla el diario venezolano El Universal.
«Yo llamo a que todos nos conozcamos y reconozcamos con altura y vayamos construyendo sistemas de coexistencia entre visiones distintas de venezolanos, de convivencia pacífica y que prevalezca la palabra soberana de las mayorías», ha añadido Maduro, que asegura que seguirá transitando por la senda de la democracia.
Diálogo político
El pasado jueves once representantes de la MUD y once del Gobierno se reunieron durante seis horas en el Palacio de Miraflores, con la mediación del nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, como primer paso para poner fin a la crisis política.
Maduro exigió como punto de partida una condena «conjunta» de la violencia y propuso buscar «un modelo de coexistencia para que la democracia pueda fortalecerse y pueda ser el espacio donde vivan todos» los venezolanos.
La MUD, por su parte, subrayó que el diálogo debe enmarcarse en la Constitución y situó en la agenda «la libertad de los presos políticos, de los estudiantes, de los manifestantes y de los venezolanos cuya libertad esta restringida en razón de luchas cívicas y sociales».
El líder de la MUD, Henrique Capriles, aclaró que no persigue «un golpe de Estado, ni un estallido social», pero advirtió a Maduro de que «o esto cambia o revienta», en alusión a la situación de crisis, no solo política, sino también económica y social que vive Venezuela.