«La reunión de Ginebra sobre la situación en Ucrania ha acordado los siguientes pasos iniciales concretos para reducir las tensiones y restaurar la seguridad para todos los ciudadanos.
Todas las partes deberán abstenerse de cualquier tipo de violencia, intimidación o actos provocadores. Los participantes en la reunión han condenado enérgicamente y rechazado todas las expresiones de extremismo, racismo e intolerancia religiosa, entre ellas las de antisemitismo.
Todos los grupos armados ilegales deben quedar disueltos, todos los edificios apropiados de manera ilegal deben ser devueltos a sus propietarios legítimos, todas las calles, plazas y espacios públicos tomados ilegalmente deben ser desocupados.
Se concederá amnistía a todos los manifestantes y a quienes hayan abandonado todos los edificios y espacios públicos, y rendido sus armas, con la excepción de aquellos culpables de delitos capitales.
Se ha acordado que una Misión Especial de Supervisión de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) encabece las operaciones de asistencia a las autoridades ucranianas y comunidades locales para implementar de manera inmediata estas medidas con objeto de reducir la tensión donde sea más necesario, comenzando en estos próximos días.
Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia comprometen su apoyo a esta misión, entre el que se incluye la aportación de efectivos.
El proceso constitucional anunciado por Kiev será incluyente, transparente y responsable, e incluirá el establecimiento inmediato de un diálogo nacional integral, que llegue a todas las regiones y distritos de Ucrania y tome en consideración los comentarios de la opinión pública sobre las enmiendas propuestas.
Los participantes han subrayado la importancia de mantener la estabilidad financiera y económica de Ucrania, y se declaran dispuestos a proporcionar apoyo adicional a las medidas previamente anunciadas».