Al menos 300 personas han muerto como consecuencia de la explosión y el posterior incendio registrados en una mina de carbón de la localidad de Soma, en el oeste de Turquía, según el último balance oficial proporcionado por el primer ministro del país, Recep Tayyip Erdogan.
El accidente, que podría llegar a ser el siniestro más grave en la historia de la minería en Turquía, ha provocado que el Gobierno decretetres días de luto nacional, en los que las banderas ondearán a media asta, ha informado la agencia de noticias Anatolia.
Las autoridades han advertido a primera hora de este miércoles de quelas posibilidades de rescatar a más mineros con vida están «reduciéndose». «Estamos preocupados por la posibilidad de que el balance aumente», ha afirmado el ministro de Energía y Recursos Naturales, Taner Yildiz.
El ministro ha asegurado que siguen inyectando oxígeno en la mina y que el incendio provocado por la explosión continúa activo. Además, ha explicado que ya se han realizado autopsias a 72 cadáveres y que, hasta ahora, han sido identificados 124 cuerpos. Las primeras 17 autopsias han revelado que los mineros fallecieron por inhalación de monóxido de carbono.
La Fiscalía de Soma ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente y esclarecer si había trabajadores ilegales en la explotación.