Amnistía Internacional (AI) ha calificado este viernes de «abominable» la condena a muerte dictada este jueves por un tribunal de Sudán contra una mujer embarazada por haberse convertido al cristianismo y ha lanzado una «ciberacción» para reclamar su liberación.
Según la organización, la decisión del tribunal de condenar a Meriam Yehya Ibrahim a morir en la horca por «apostasía» y a flagelación por «adulterio» es realmente «abominable».
Ibrahim está embarazada de ocho meses y actualmente se encuentra recluida junto con su hijo de 20 meses. La condena a muerte se dictó después de que ésta se negara a abjurar de su religión.
«El hecho de que una mujer haya sido condenada a muerte por su elección religiosa, y a flagelación por estar casada con un hombre de una religión presuntamente diferente es atroz y abominable», ha defendido Manar Idriss, investigador de Amnistía Internacional sobre Sudán.
«El adulterio y la apostasía son actos que no deben considerarse delitos en modo alguno. Es una vulneración flagrante del derecho internacional de los derechos humanos«, ha añadido.
«Amnistía Internacional considera que Meriam es una presa de conciencia, condenada únicamente por sus creencias religiosas y su identidad, y debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones», ha defendido el investigador.
En este sentido, ha subrayado que «el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, que incluye la libertad de tener creencias, es profundo y de largo alcance; abarca la libertad de pensamiento sobre todas las cuestiones, las convicciones personales y el compromiso con la religión o las creencias».
La criminalización del adulterio viola los derechos a la libertad de expresión y de asociación, y su aplicación discrimina invariablemente a las mujeres, subraya la ONG en un comunicado. La pena de flagelación y el uso de la pena de muerte violan la prohibición absoluta de infligir tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes contenida en el derecho internacional de los derechos humanos, añade.
Igualmente, recuerda que se opone al uso de ambos en todos los casos sin excepción, al igual que se opone a que la «apostasía» sea considerada un crimen porque es incompatible con el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Así las cosas, Amnistía Internacional ha lanzado una ciberacción dirigida al ministro de Justicia de Sudán, Mohamed Bushara Dousa, para pedir que sea liberada de inmediato.