El niño británico de cinco años Ashya King, cuyos padres se llevaron esta semana, y sin consentimiento de los médicos, del hospital donde permanecía ingresado por un tumor cerebral, se encuentra estable y, de momento, su vida no corre peligro.
Según han informado fuentes hospitalarias a Europa Press, el pequeño está ingresado en la planta de Oncología Pediátrica del Hospital Materno Infantil de Málaga, donde está custodiado por la Policía Nacional desde su traslado tras ser hallado en la localidad malagueña de Vélez-Málaga este pasado sábado.
Fue la Policía Nacional la que localizó al menor enfermo gracias a la llamada al 091 que realizó un hotel situado a tres kilómetros de la localidad de Vélez-Málaga. Hasta este lugar se trasladaron efectivos policiales, que arrestaron a los padres, ambos testigos de Jehová.
Los investigadores británicos habían indicado días antes que la familia del pequeño «está íntimamente relacionada con la zona de Marbella (Málaga)», por lo que pensaban que podían estar dirigiéndose a este área a pesar del peligro que corre la vida del niño.
En el momento de la salida del hospital de Ashya, el menor estaba conectado a una máquina de alimentación con una batería difícil de cambiar sin ayuda de los especialistas y de vida muy breve, ya que está diseñada para servir de apoyo cuando el paciente se encuentra desconectado temporalmente de la maquinaria principal.