El presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido de que ahora colabora con América Latina y que a los productores habituales –entre los que se destaca principalmente la Unión Europea (UE)– les costará volver al mercado ruso, tras el veto a las importaciones de frutas, verduras, lácteos, carne y pescados.
«Ahora estamos trabajando con otros productores, países de América Latina, Brasil, Argentina, Chile, y países socios orientales como China», ha indicado el mandatario ruso en declaraciones a la cadena estatal Perviy Kanal, que recoge el portal web de Russia Today (RT).
«Resultaba extraño oír que los colegas europeos se dirigen a ellos (a los países orientales y de América Latina) para que no suministren a Rusia sus productos alimenticios, eso es sencillamente ridículo. Es difícil de imaginar que los representantes del negocio no van a aprovechar esta oportunidad de entrar en nuestro mercado», ha apostillado.
Toda esta polémica surge después de que el pasado 7 de agosto el primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev anunciase que el país dejaría de importar frutas, verduras, lácteos, carne y pescados de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Noruega, en respuesta por sus sanciones por la injerencia del Kremlin en Ucrania.
En este contexto, Putin ha asegurado que «después será difícil, o casi imposible, mover a los exportadores que se consoliden en el mercado ruso», algo que perjudicaría enormemente a los proveedores europeos, que, según el presidente ruso, «se sienten decepcionados por sus gobiernos».
El presidente de Rusia llevó a cabo el pasado mes de julio una gira por América Latina, parando en países como Cuba, Argentina o Brasil, entre otros, y donde firmó varios acuerdos bilaterales que podrían abrir una nueva etapa en las relaciones entre Rusia y los países de Latinoamérica.