Entre la lealtad a quien te nombró para un alto cargo y la promoción de tu libro no hay duda, se impone siempre lo segundo.
El último caso lo protagoniza el ex secretario de Defensa de EEUU Leon Panetta (2011-2013) que acaba de señalar que el presidente Obama que confió en él “ha perdido el rumbo” en su política de seguridad y cometido errores por los que ahora la lucha contra el Estado Islámico puede durar “30 años”.
“Durante los primeros cuatro años, y el tiempo que yo estuve allí -al frente del Pentágono-, pensé que era un líder fuerte en asuntos de seguridad, pero estos dos últimos años creo que ha perdido el rumbo en cierto modo. Ha enviado mensajes ambivalentes al tratar de abordar los temas e intentar aclarar cuál es el papel de este país”, dijo Panetta en una entrevista al USA Today.
Las declaraciones del político demócrata están en su libro de memorias “Worthy Fights: A Memoir of Leadership in War and Peace” (Penguin Press), 512 páginas en las que critica con dureza al que fue su jefe hace poco más de un año.
El que fuera líder del Pentágono engrosa así la lista de altos colaboradores de Obama que, tras dejar el cargo, no dudan en oponerse abiertamente a sus políticas en sus libros de memorias o en entrevistas en medios de comunicación.
Panetta critica en su libro que Obama no armara en 2012 a los rebeldes sirios, un reproche que también le ha hecho públicamente la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien tampoco ha dudado en rechazar en varias ocasiones, y también en su libro de memorias publicado este año, la gestión de que fuera su rival y después jefe.
Para el que también fuera director de la Agencia Central de Inteligencia entre 2019 y 2011, las decisiones que Obama ha tomado en los últimos dos años han llevado a que el autodenominado grupo Estado Islámico se haga fuerte y que ahora sea más difícil hacerle frente.
“Creo que estamos hablando de una guerra de unos 30 años”, estimó, un enfrentamiento que, en su opinión, abarcará más allá del Estado Islámico para incluir amenazas emergentes en Nigeria, Somalia, Yemen, Libia y otros lugares.
“Quizás se encuentre a sí mismo de nuevo en la gestión de esta crisis del EI. Espero que sea el caso. Y si está dispuesto a remangarse e implicar al Congreso en abordar algunos de los asuntos pendientes, creo que podría dar un legado muy fuerte a su presidencia. Estos dos años y medio nos dirán mucho sobre lo que la historia tiene que decir de su Administración”, añadió.
No obstante, en el capítulo final del libro, Panetta afirma que la mayor debilidad de Obama es una “frustrante reticencia a convencer a sus oponentes y recabar apoyos para su causa”.
“Con demasiada frecuencia se basa en la lógica de un profesor de derecho en lugar de en la pasión de un líder. En ocasiones, evita la batalla, se queja y pierde oportunidades”, sigue el texto.
Ante lo que el Washington Post calificó hoy de “increíble deslealtad de los subordinados”, el vicepresidente del Gobierno, Joe Biden, salió en defensa de Obama el pasado jueves en un discurso en Harvard.
“Veo que los exfuncionarios de la Administración, tan pronto como dejan su puesto escriben libros, algo que creo que es inapropiado. Al menos dadle al chico -Obama- la oportunidad de dejar el cargo”, afirmó, en referencia a la inmediatez de las críticas cuando aún quedan dos años y medio de mandato.
El primer secretario de Defensa de Obama, Robert Gates, criticó a principios de año en un libro de memorias que el presidente, su jefe durante más de dos años, no creyera en su propia estrategia para Afganistán y desconfiara del consejo de sus asesores militares.
Gates fue el último secretario de Defensa en la Administración del expresidente George W. Bush y continuó en el cargo con Obama hasta junio de 2011.